CHARLAS DEL MONTE

El tío Alberto es jipi

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La patafísica y el nadaísmo quedan cortes pa explicar la fórmula científica con la cual Alberto quiere “horizontalizar” el peronismo. Crece la teoría del enano con bastón. La patafísica y el nadaísmo quedan cortes pa explicar la fórmula científica con la cual Alberto quiere “horizontalizar” el peronismo. Crece la teoría del enano con bastón.

Por Tomás Astelarra | Ilustración: Fuska.visual

-¿Pero bo no te diste cuenta que cita a Lito Nebbia? ¿Qué quiere hacer una asamblea del peronismo para al final mandar él entre offs de pasillo y chamuyos, como sucede en un buen número de nuestros proyectos territoriales, autogestivos, comunitarios y la mar en coche? ¿Qué chamuya excelente pero cuando termina el día no hizo nada? ¿Qué lo que más le gusta es viajar a Europa y Estados Unidos y tiene pure amigue en Puerto Madero? ¿Qué piensa que todo el mundo le da bola y lo cree brillante pero en realidad nadie sabe pa que carajo sirve salvo tocar la guitarrita y vender fantasías de feria? Y sobre todo: ¿No te diste cuenta que lo bancan políticamente sus padres Nestor y Cristina? ¿O es que cuando era duhaldista o randazzista alguien hablaba de él? – polemiza el Chicho Serna desenterrando el maldito asunto científico justo cuando ya parecía que podíamos pasar a la acción y militar la campaña de Grabois o hacer encuestas y puntear padrones pa ver si al Mario le da pa intendente. Todo por la entrevista de Tomás Rebord en el Método y su ya firme teoría del enano con bastón (lo cual da una imagen medio boludo, medio hijo de puta, pero con probabilidad de cancelación automática por ser enanofóbico o ir en contra de la preferencia en redes y focus grups del personaje de Tyrion en el Juego de Tronos).

-Lo cierto-infiere Suipacha K, reforzando la teoría de que el Tío Alberto es jipi- es que un enano con bastón me vendría bárbaro para ir a retacar un rato al semáforo y hacer unos mangos.

Es que la cosa ta peliaguda. Por más que el salario promedio de un trabajador de la economía popular ya parece superar la magra retribución básica de un esclavo de multinacional o de alguno de los señores argentinos que aparecen en la revista Forbes. Por más que el consumo promedio del habitante de El Valle evita numerosas boludeces superfluas que engordan el déficit fiscal familiar y, como bien dictan los índices del CEPA, al consumir en comercializadoras de la economía popular, nos ahorramos una buena cantidad de mangos por mes. También el acceso al fiado o créditos comunitarios, la verdura que regala el vecino, la carneada ilegal de las vacas del paisano amigo, la carencia de códigos éticos estilísticos textiles que permiten acceder a ropas de feria americana, el roperito o la vecina que se cansó del violeta y, nobleza obliga, la inefable costumbre del fraude impositivo a nivel hormiga (actividad que el gurú fiscal colombiano naturalizado cordobés, Armando Faso en Boletas de Impuestos Patriarcaecocidas, AFBIP, ha declarado no solo ética sino santa, en cuanto hace una compensación mística, espiritual y energética, anque un acto de justicia fiscal por mano propia, del inmoral y precaminoso pecado estatal de abultar la desigualdad social otorgando multimillonarios subsidios a los que más tienen, amen de autorizando la importación de yates y helicópteros, la expropiación ilegal de tierras, las transfugueadas multinacionales de lavado de dinero, fuga de capitales y trucheo de precios de transferencia, créditos interfiliales y giros de dividendos, es decir, la orgía financiera pedófila estimulada por el neoliberalismo cambiemita y el FMI en una flagrante crimen de lesa humanidad ante el cual, el fisco, gobierno, enano con bastón, dizque popular, prefiere hacerse soberanamente el sota mientras mirá hacia otro lado con el préstamo de Vicentín, las irregularidades de las concesionarias de energía o transporte y otros atropellos empresariales a la vez que con el de bastos, en manos de la excelentísima Ministra Cheta de Acción Social sin Paz, entra a dar y dar y dar, a las pobres doñas que cobran el Potenciar y le pagan el spotify a su hije en miseros dólares).

Acumular dinero se ha vuelto algo tan perecedero como, en hogares sin heladera como los nuestros, quedarse con pimientos sin hacer aceite o escabeche. Mejor dedicarse a los zapallos, el maíz, los porotos, secar hongos, sembrar acelga, habas y arvejas y abonar el romero o el orégano pal invierno, que bien crudo se viene con la garrafa a mil y pico de pesos. En esta economía de implosión el estado de precariedad permanente se profundiza y a la primera de cambio los cuadraditos de colores, que la sociedad capitalista moderna a definido a la vez como Dios y medio de pago (con sus variantes electrónicas también presentes en el Valle), se fugan, no solo en paraísos fiscales, sino en cualquier herramienta que permita no depreciar la moneda, kilos de yerba y arroz, arreglos de moto o cualquier artefacto chino que se rompe al toque y se compra por la empresa de consumo cibernético del argentino con mas tarasca según Forbes y domicilio fiscal en Uruguay.

Comprar un terreno ya se puso carísimo, ni hablar las bolsas de cemento o el machimbre, el alquiler nos tiene a todas corriendo detrás de los papelitos de colores, y solo mirar la montaña, las jarillas y los noticieros da tranqulidad, confirmando que somos un pueblo de tontos. El mal de muchos nos consuela y nos da perspectiva del paraíso.

-Al menos los colectiveros no cagan a trompadas a nadie-se consuela Suipacha.

Al excelentísimo músico polaconadaísta y patafísico Ignatz B le ha gustado el Valle. No habla mucho, pero se expresa a través de las canciones. Toca esa de los Beatles que dice: “Día a día solitario en la cima, el enano gil de la Colina permanece impecable con su traje y su bastón ya que nadie quiere conocerlo (salvo el bueno de Rebord). Ya que todos saben que es un gil que nunca da respuestas”.

-La verdá que ahora caigo en todo. Es re de jipi colgarse y hacer el cumpleaños de tu novia en la quinta de Olivos en plena pandemia-reflexiona la Bruja Suárez.

-Preferir a tus amigues a cualquier profesional, destruir el estado, sentarte en la mesa de los empresarios.

-Y el embajador ese carilindo con nombre de casta política que no le da el cuero para los lugares que ocupa es bastante jipi, y de San Isidro-opina la Señorita Mayonesa que de a poco le va tomando el gusto al tono picante de las conversaciones en el bar del Mario.

-¿Estaremos entonces ante la oportunidad histórica del PJ (Partido Jipi)?-se pregunta el chico P-Porque hay jipis peronistas que han demostrado una excelente gestión y una forma nueva de hacer política vinculada a lo social y ecológico, el cuidado de la Casa Común, como nuestro cumpa Pablo Riveros.

-Si. Y hasta nos ha dado un rayo de esperanza en medio de organizaciones y compañeres que, a mi humilde entender, se han quedado en el tiempo en visiones jipizapatoanarquistas o ambientalista de pajaritos que, más hallá de la hermosa teoría, que muches seguimos revindicando, en la práctica medio que están haciendo agua, con esfuerzos indigentes de años en espacios que no le encuentran el agujero al mate y no han sabido tocar el sentimiento y la acción de la comunidad generalizada, que los mira de reojo sin todavía poder involucrarse en sus proyectos. Como que no va acorde a una sociedad en disputa, donde en medio de tanta hambre generalizada, es obvio que algún sapo te vas a tener que comer-reflexiona el Chicho Serna.

-Ese es un tema para constelación familiar de una generación de mapadres cagados a palos como vacas entrando al matadero del consenso neoliberal individualista dejando sin referencias no sólo políticas sino también éticas y afectivas a un banda de niñes buscando llamar la atención en una búsqueda desesperada de la flagrante ignorancia de parte de sus ancestros dadores de vida – opina elípticamente como siempre el Colorado Chantaman.

-Así a ojo, seguro se me escapa alguien, solo en Córdoba tenemos como quince candidates de los movimientos sociales. La mayoría ligadas a Pablo Riveros y el peronismo. Muches de pasados anarcozapatistas pero con pragmatismo peroncho, escarbando en el mundo de la antipolítica, que por oposición, es pro empresa capitalista y consenso neoliberal individualista, pa ver si al menos convencemos a algún pibe que, más allá de las roscas palaciegas o de la casta, no es votando al león despeinado que se genera otro mundo posible. Obviamente derivando en alerta en medio de la crisis civilizatoria o pachakuti con cara de hidra capitalista, como dice el papacho Quispe que dice el papacho Max Neef – insiste el chico P.

-Se necesita una gran tenacidad y un poco de compasión para crear un arco amplio de alianzas libres de prejuicios y vanas roscas que nos saque de este atolladero. Solo la diversidad y la confianza, los pequeños puntos en común en medio de un mundo cada vez más complejo podrán salvarnos de este colapso-agrega sabiamente la Señorita Mayonesa. Y agrega: -La acción marca sus éticas políticas. A mi cada vez me interesa menos la bandera que cargue el sujeto en cuestión si se muestra útil y efectivo en la construcción de alguna pequeña hazaña comunitaria, económica o social, que de vuelta, si no es la tortilla, al menos una papa frita de la sartén que los dizque dueños del mundo tienen por el mango.

Ignatz B toca esa de los Beatles que dice: “Mira como corren como cerdos detrás de un arma. Mirá como vuelan mientras estamos llorando. Sentados en una papa frita, esperando su cuatroporcuatro con chofer, camiseta corporativa, sangriento y estúpido martes financiero, chicos traviesos de cara larga. Son el hombre huevo. La verdadera morsa enana con bastón”.

-A mi ya me marearon. Pero cuando quede vacante, por favor me entregan el enano con bastón que lo necesito pal semáforo- exige Suipacha.

Ignatz B toca esa de los Beatles que dice: “Es realmente un hombre de ningún lugar, sentado en su no lugar, haciendo sus planes de enano para nadie. No tiene un punto de vista que haga parecer que sepa a donde carajo va. ¿No será un poco como vos y yo? Salvo que él, el enano con bastón, tiene el mundo en su lapicera”.

Estas charlas o relatos transcurren en el Valle de Polonia, es decir, Ningunaparte. Son ficción. Ciencia Ficción Jipi. Cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia. Como diría Marx (Groucho): estos son nuestros principios. Si no le gustan tenemos otros. Dedicado a la comunidad hagovera y su máximo profeta cienfìtico Tomás Rebord.