Los derechos nunca fueron humanos
Hablando por hablar, ejerciendo el sano entretenimiento de la dialéctica inútil, les jipis se dan cuenta que no importa el color de la bandera o el partido político, la realidad es que la gran parte de la población mundial está re caliente. Cada vez se violan más los derechos de más gente en más lugares.
Por Tomás Astelarra Ilustración: @nico_mezca
“Creo en el sagrado derecho a la autodeterminación de los pueblos, en cualquier lugar y en cualquier tiempo. Puedo decirlo, sin que ninguna mosca me atormente la conciencia, porque también lo dije públicamente cada vez que ese derecho fue violado en nombre del socialismo”.
Eduardo Galeano
“Cuba fue faro incluso en sus zonas oscuras, porque no hay revolución que no caiga en la tentación de querer devorarse a sus hijos, sean éstos militantes revolucionarios, o sus propios logros, materiales, políticos o simbólicos”.
Mariano Pacheco
Bienvenides al apocalipsis o crisis civilizatoria. Día a día son más los seres humanos que sienten sus “derechos” violados por por algo o alguien, que no saben si es un estado, una ideología, un dictador, una presidente, un vecino o un plan de dominación mundial (ya sea comunista, empresarial o extraterreste). En el Valle nos orientamos por la segunda opción (las empresas), no descartamos la tercera (los extraterrestes) y tenemos certeza que la primera (el comunismo) ya no existe. El Jipi Matías ha readaptado la frase de Abraham Lincoln que citó Bob Marley en una que dice: “pueden cagar a una persona alguna vez pero no puede ser que caguen a todas las personas todo el tiempo”. Habrá que poner en la balanza de los dolores humanos las intrincadas complejidades de esta modernidad capitalista patriarcal para ver que resolvemos primero, si el malestar de les argentines en Miami por quedar varades, el de les cubanes en busca de libertades civiles y de consumo, o de les colombianes a ver si de una vez cesan las masacres contra la poblacion civil.
Pero resulta que eso que llaman “derechos humanos” fue un término acuñado en 1948 en Ginebra (Suiza) por un montón de cajetudos que, desconociendo los consejos del Pocho Perón, decidieron formar una comisión presidida por la viuda de Roosevelt (Eleanor) para enmendar los horrores de la Segunda Guerra Mundial. Podrían haber hecho una autocrítica o mea culpa como dirigentes por ese y otros crímenes de la historia humana. Prefirieron una expresión de deseo que nunca se cumplió. Cómo dice el poeta y sabio Humberto Motta, somos nosotres mismes les que adoptamos el lenguaje del sistema dominante (o hidra capitalista criminal). Poco después que festejáramos el mundial de fútbol del 78, el Rafa Videla y sus huestes del horror social, político y económico, lanzó una importante campaña publicitaria que decía “los argentinos somos Derechos y Humanos”. Y como la serpiente que se come la propia cola para que aparezca una mayor, las madres y abuelas de Plaza de Mayo saborean las migajas de la “justicia” mientras surgen nuevas colectivas de madres indignadas por el envenenamiento de sus niñes (Madres de Ituzaingo o Madres del Paco) o el asesinato a sangre fría por parte del estado (Coordinadora de Familiares de Víctimas de Gatillo Fácil) o el dizque patriarcado (Madres de Pie Mendoza, por dar un ejemplo). Eso solo por hablar de Argentina.
Mientas tanto una serie de privilegiados intelecuales que reciben las migajas de ese !% que cada vez tiene más mientras el 99% restante recibimos menos, opina por la televisión sobre ciertas éticas y moralidades ajenas a este mundo que vive hoy una las mayores degeneraciones humanas de la historia. Así el Turco Asís puede decir livianamente que Cuba negoció con Pablo Escobar ignorando (seguramente de manera voluntaria para alguien tan instruido o como él) el escándalo Irán-Contras de triangulación de armas y drogas por parte del gobierno de Estados Unidos con el mismísimo Cartel de Medellín (por dar un ejemplo). O el ex vicepresidente de Bolivia y ex guerrillero Álvaro García Linera sostener que su gobierno nunca recibió armas de otro país, como si no fuera parte de la historia del “proceso de cambio” la ayuda armamentística y logística que en un principio le suministró la Venezuela bolivariana de Hugo Chavez. No es un cuestión de discutir la validez o no del uso y comercio de drogas o armas (que son parte evidente de esta sociedad moderna), de la legitimidad de tal o cual gobierno. Sino de situarnos en el abismo de este horror que vivimos para ser sinceros y poder desde ese andamio intentar alguna vía esperanzada de redención y superviviencia. En una mesa o fogón de jipis del Valle seguramente juntes a alguien que tuvo al menos 3 o 4 meses en Cuba, Colombia, Bolivia, Chile, Paraguay, Guatemala y hasta, si te descuidas, Haití. Además mantienen contactos o relaciones de afecto con gente de allá. Puede ser con gente de la cultura, o de las organizaciones políticas, grupos ambientales, indígenas, campesinos, y hasta gente “normalita”, clase media (si es que hay), laburantes de barrio, y también conchetos, o cuicos, o gomelos, o gusanos de Miami. Por esa relación de cariño, historia, nostalgia o interés geopolítico, por lo general todes se mantienen informades de la realidad de América Latina. Además de todas esas cualidades, en la mesa, en esas circunstancias (un visión geopolítica profunda, afectiva y de largo plazo de los países de Nuestra Amerika, o Abya Yala o Patria Grande), puede haber artistas, artesanes, abogades, economistas, periodistas y hasta algún ex miembro de la ONU. Aún así, si le preguntas si está en condiciones de analizar los actuales conflictos sociales que día a día pueblan la televisión porteña, la mayoría mueve la manito como las mamitas bolivianas queriendo decir “todavía” o manan kanchu (no hay). La pregunta entonces es, más allá del boludeo intelectual que siempre nos congrega, excita y entretiene: ¿Cómo puede ser que esta manga de porteños, ya sea fachos, progresistas, empleados de la Embajada o investigadores del Conicet, pueden hablar tan segures de este revolucionado continente en tiempos de pachakuti?
-Da asco el nivel de impoluta castidad moral moderno positivista de estos hijos de una gran internete- se queja Suipacha.
-Lo que menos le importa es la gente de esos lugares. Imagináte, si en el mejor de los casos a la mayoría no le importa la gente que duerme en la calle a la vuelta de su casa, o los pibes que la cana mata a tiros en el conurbano, o las cientos de mujeres asesinadas por algún femicida- redobla la queja la Chica Punk.
-No son capaces de hacer políticas coherentes o conocer el interior de su país y ya opinan de lo que pasa en Cuba- triplica la queja el chico P (que es peronista pero no boludo).
-¿Y por qué no le preguntan a los cientos de bolivianos, peruanos, cubanos, venezolanos y haitianos o senegaleses que viven en el país en vez de mandarle a la migración y acusarlos de narco roba hospitales? -se suma a las quejas la Señorita Mayonesa, que en estos temas, en su amor por las pueblas de nuestra Amerika, deja de ser una Mahatma Gandhi ecofeminista para transformarse en una sacacuerosocial mas.
-Ojala la plebe se cansé de una vez de esta pseudo mentira neoliberal y salga a las calles y la pudra como en Colombia, Chile, Haití, Cuba y Bolivia (antes y después del golpe al Evo)- se esperanza el Chico Serna.
-Porque al final detrás de todo este bardo están los verdaderos violadores de los derechos humanos: las empresas multinacionales y ese 1% de la población que cada vez tiene más mientras nosotres tenemos menos. ¿Por qué no hablamos de los sindicalistas colombianos que mata la Coca Cola, o que el golpe de Bolivia fue por el litio que quería Elon Musk y que los quilombos en Cuba tienen que ver con que querían liberar las patentes de las vacunas y cagarle el negocio a Bill Gates?
-O que al presidente de Haití lo mataron unos paracos amigos del presidente colombiano contratados por una empresa de encumbrados dirigentes empresarios de la santa oposición al dictatorial régimen bolivariano de la Venezuela.
-O por lo menos que le hagan pagar buenos sueldos al turro de Galperin o le dejen de dar guita en publicidad a Clarin para que bardee al gobierno y nos rompa el culo con internet.
-Es que estos derechos nunca fueron humanos.
-¡Dejate de joder! No me vas a venir de nuevo con el tema este de los reptilianos.
-Bueno, quizá es más fácil entender eso que por qué hay quilombo en Colombia, Cuba y Brasil.
-¿Cómo en Brasil hay quilombo?
-Claro. Hace rato, pero como Jair es amigo de la CIA y tiene negocios con el Mercosur, nadie dice nada. Si al final los tres gatos locos que legítimamente protestan en Cuba son menos escandalosos que los gringos que hace poco quemaron una estación de policía (negros zurdos) o invadieron la Casa Blanca (blanquitos derechosos). Si acá al final estamos todes re calientes, de izquierda, de derecha, negros, blancos, hombres, mujeres, de River, de Boca… Lo que no funciona es el sistema este capitalista de muerte y todos sus empleados lamebotas que terminan gobernando, de izquierda, de derecha, negros, blancos, hombres, mujeres, de River, de Boca… Esos que pueden ir a un juez y reclamar por sus derechos, aunque sea el derecho de viajar a Miami, hacer fiestas clandestinas o salir a cortar la ruta con tractores.
-Ya lo dijo Jesús de Laferre, no bardees a los chetos que son los que te dan el peso pa la birra.
En la rocola del Mario suena una de Pink Floyd. Alguien agarra el celular y lee las últimas declaraciones de Roger Waters: “Si le interesa mi casa y no me la puede comprar, es porque no se la quiero vender, ni tampoco se la quiero alquilar o arrendar… Entonces usted me encierra en mi casa, y no me deja salir para ir al supermercado, ni a la farmacia, ni al banco, y tampoco deja que me vendan los repuestos del carro o la moto, y aunado a esto me cancelan las cuentas y tarjetas de crédito y ahorro… Al cabo de un tiempo mis familiares se van a desesperar, algunos escaparán por la ventana… y usted desde afuera empezará a vociferar que soy un inepto para conducir las riendas de mi casa y que soy un dictador, que hago sufrir a mi familia… y entonces van a comenzar a decir que el gobierno de mi casa está en crisis y que los vecinos tendrán permiso para intervenir y echarme con el propósito de atender la crisis humanitaria de mi familia. Eso si… nunca usted dirá que lo que le interesa es quedarse con mi casa. Y que por eso fue que usted me puso a mi en esta situación tan crítica ante mi familia”.
Estas charlas o relatos transcurren en el Valle de Polonia, es decir, Ningunaparte. Son ficción. Ciencia Ficción Jipi. Cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia.