Birra y polaridades
Les jipis definitivamente enloquecieron. Pero al viejo Mario le gusta su locura. El tema de la noche, quién sabe por qué y para que, es la falta de necesidad de polaridades en este pachakuti.
Alguien me preguntó hoy si yo podría ser amigo de un antivacunas.
Cómo no voy a poder ser amigo de alguien antivacunas
Me preguntó entonces si podría ser amigo de un terraplanista.
Obvio, cómo no voy a poder ser amigo de un terraplanista.
Me preguntó entonces si podría ser amigo de alguien Macrista.
Obvio, cómo no voy a poder ser amigo de un Macrista.
Soy amigo de Católicos, gente que cree en el bautismo, en Eva y Adán, en los Apóstoles
y en la Biblia.
Soy amigo de judíos, gente que se circunciza, come kosher
y cree en la Torá.
Soy amigo, incluso, de gente
que cree en la humanidad.
Y encima,
esa gente,
se atreve a ser mi amiga
sin que yo sea antivacunas
ni terraplanista
ni macrista
ni católico
ni judío
sin que yo crea
ni un poquito
en la humanidad“
Diego Arbit, Soy amigo
Por Tomás Astelarra Ilustración: @nico_mezca
El viejo Mario es un ser particular, capaz de echar a la cana a rebencazos de su bar o acariciar suavemente la cabeza de un nuevo ser en brazos de su madre jipi. Su bar ta por lo general abierto, porque además de pizza y birra, vende nafta, alimento y remedios pa mascota y fustas y rebenques. Hombre de campo y mucho trabajo, de pensamientos intuitivamente anarquistas, parte de la histórica familia que cubre la cuadra en frente de la plaza con todo tipo de esmerados y amables comercios (bar, super, restauran, kiosko, panadería…). De a poco fue pegando onda con les jipis que ahora le alcanzan aceite de canabis pa curar cierto cáncer maligno que lo ha dejado flaaaaaco como varilla de alambrado. “Los intendentes pasan pero el bar del Mario siempre ta ahí”, dice el dicho valluno.
Cuando la noche está tranquila y el Mario de buen humor y poca faena, quizás se acerca a escuchar la divagaciones de les jipis con alguna pregunta curiosa. En esta ocasión interroga al Colorado Chantaman sobre el tema este del Pachakuti y el fin de las polaridades.
-No hay bueno ni malo, izquierda ni derecha, abajo ni arriba- trata de explicar el Colorado con evidente poco resultado según la cara del Mario (para el que no existe más hermenéutica que una plomada de obra).
-¿Los jipis son buenos o malos?- le pregunta Suipacha Kamacho.
-Son como los peronistas, incorregibles- le responde el Mario.
-Ahí tenés- se entusiasma el Chico P – De una montonera te puede salir una Cristina o una Pato Bulrich. Un turco vendepatria o un pingüino de la patria grande.
-Bueno en realidad lo paradójico es que de ahí la única montonera fue la más facha de todas- reflexiona el Chico P para si mismo.
-De un empleado de Clarín te puede salir un gato o un tío Alberto- esboza Vicente.
-La Campora con la IV Flota-insiste la Chica Punki.
-O un trosko de cafetín- aprovecha el Chico P.
-Guarden tiros pal costado dijo el compañero Trosky- reboza Vicente.
-¿Viste les jipis ecologistas que andan en cuatroporcuatro? ¿O los anarquistas que reciben planes del gobierno?¿O la doña facha que se cura con aceite de canabis y le ahora le gustan los jipis como a vos?
-Pensá que hoy en la calle protestan y agitan la desobediencia civil las doñas chetas de Palermo y los fans de los redondos viendo un show por streaming.
-El gato Silvestre le da a Cambiemos y le chupa las medias al gobierno peronista con la misma pasión con que antes hacía lo contrario cuando estaba con Bonelli.
-Otro empleado de Clarín, que en realidad no es un diario, ni da noticias.
-Y los jubilados defienden a los que se robaron su jubilación con la nacionalización de la deuda, la patria contratista y la fuga de capitales.
-Y es preso político Budú y no las pobres doñas de Andalgalá.
-Y por hacerle la contra a los nietos de Sapag los kneuquinos tan bancando el cutralcazo que tiene bloqueada Vaca Muerta. Porque gana más un petrolero que un médico. Y ahora a Larreta le interesa la educación, y los indios votan a la derecha en Ecuador, y resulta que los mapuches chilenos eran buenos, y acá en el pueblo hubo un milico empresario (en paz descanse) que se la jugó por el pueblo y le puso los puntos al diputado narcoinmobiliario – desarrolla Suipacha.
-Y la algarroba que le dabas a los chanchos ahora vale más que el pechito de cerdo y te la venden les jipis (cuando no la exportan).
-Y parece que el asesino de Felipe Solá es un compañero.
-Bueno, si alguien asesina a Felipe Solá, yo creo que es un compañero- confunde Vicente.
-Y el gobierno que denuncia la fuga de capitales del sistema financiero banca el negociado de las vacunas, que es la contraparte de lo mismo- retoma en la confusión el Chico P.
-Y parece que las mujeres ahora mandan- concluye el Jipi Matías.
Mejor pasamos a otro tema antes que el Mario nos saque a rebencazos o el Colorado Chantaman se pregunte si este tipo de definiciones podrían cuadrar dentro de las enseñanzas del Fuego Sagrado de Itzachilatlan.
(Por cierto, ahora muchos taitas amazónicos cobran fortunas, hacen conferencias por internete y viajan en lujozas carrozas).
Estas charlas o relatos transcurren en el Valle de Polonia, es decir, Ningunaparte. Son ficción. Ciencia Ficción Jipi. Cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia.