Homo cordobesum
16 mini-tesis sobre la jungla cordobesista en el cierre de candidaturas
Por Lea Ross
1. Síntoma mórbido. Un patrón común de los armados conflictivos de las listas es la discusión sobre si es el momento o no de renovar la política. Las chispas se expusieron ante la fricción entre quienes exponen sus currículum para denotar capacidad, experiencia y contactos para ejercer e influir la política parlamentaria, y aquellos que recién dan sus pasos para iniciar ser las nuevas caras de una era indecodificable. Experimentados vs. Novedosos. Entre que la casta tiene miedo y que lo viejo funciona. Esa brecha fue que golpeó las campanas dentro y fuera de la provincia. Córdoba no es una isla.
2. Carga maestra. Karina Milei ganó la pulseada en el armado de La Libertad Avanza. A diferencia de otras provincias, no pactó con los principales partidos del sepultado Cambiemos, como son el PRO y la UCR, donde ambas tuvieran roñas de alcance judicial. Desde que había comenzado los trámites para el armado del partido, ya con su hermano Javier como presidente, sus cartas tarotistas fueron certeras a apuntar a los dueños de las estaciones de servicios de la provincia, congregados en la Federación de Expendedores de Combustibles (FECAC). El espacio gremial-sindical comulga la formación de líderes a partir del emprendedurismo y el impuso de actividades privadas.
3. Entre el emprendedurismo colectivo y el bienestar individualista. Tanto el actual diputado Gabriel Bornoroni, como el primer en la lista de LLA, Gonzalo Roca, ocuparon cargos de alta jerarquía en la FECAC. El número 3 será Marcos Patiño Brizuela, socio en el estudio jurídico del primero. En la 2 de la lista, lejos de esa experiencia del emprendedurismo colectivo, aparece alguien más orientado a la “derecha esotérica”: Laura Soldano. Oriunda de Río Cuarto, comenzó armar una comunidad propia con videos sobre ejercicios fitness. Luego, descentralizó la cuestión corporal para enfocarse en la autoestima, el rol de la yoga y la valoración espiritual. Estudiosos de la figura de Milei la consideran como parte del costado de experiencias inmateriales de este ensayo anacocapitalista, plagado de perros fantasmas y clones.
4. La inercia leonina. Lo curioso es que el bornoronismo, que sería el equivalente al karinismo cordobesista, resistió a varios embates para desdibujar los vocetos originales de El Jefe. Por un lado, estaban Las Fuerzas del Cielo, impulsadas por Santiago Caputo, de la mano de la llegada de Franco Mogetta, quien tuvo que renunciar a su cargo como secretario de transporte, junto con el arribo de la sección Córdoba de La Derecha Diario y la organización de La Derecha Fest. Paralelamente, estaban los intentos de la casta de Luis Juez y Rodrigo de Loredo de encabezar la lista. Ninguno pudo con los rugidos de la inercia.
5. Lágrimas de ilusionados. Rodrigo de Loredo se negó a figurar en el casillero número 3 de La Libertad Avanza. Se comenta que él insistía en que quería estar en el número 1. Lo mandaron a llorar. En el video donde anunció su retiro como candidato, se comparó con la resistencia comechingona contra las invasiones españolas. Su afán es ser candidato a gobernador para 2027, con la ilusión de que exista una unión entre LLA y UCR en Córdoba. El problema es que hasta ahora no ha tenido capacidad de persuadir a los libertarios de derecha. Eso quedó registrado cuando tuvo que llorar frente a las cámaras de televisión por no aguantar el boludeo oficialista. Lo resistente pasa por otro lado. Por lo pronto, a seguir llorando.
6. Quema cambiemos. La Unión Cívica Radical retorna con su histórica “Lista 3”, encabezado por el único dos veces intendente de la capital cordobesa con vida: Ramón Javier Mestre. Su look de barba alineada no garantiza que su desempeño sea catastrófica. Lejos quedó el tándem Mestre-De Loredo, unidos en el año 2019, donde se candidatearon para la gobernación y la intendencia por fuera de Juntos por el Cambio, y que quedaron en incómodos terceros lugares. La división de Cambiemos implicó el ascenso de Martín Llaryora al poder capitalino y, con ello, a la actual gobernación. Mismo destino tendrá el PRO, encabezado por un desangelado Oscar Agost Carreño.
7. ¿Lo viejo funciona? La alianza Provincias Unidas es encabezado por Juan Schiaretti. Tiene 76 años de edad. Es el más longevo de las 18 figuras que se candidatean para estas elecciones. Por esa razón, en un spot lanzado el domingo, subrayó su experiencia frente “a un cambio de era” que vive el país. La enorme edad del “Gringo” lo trata de compensar con la segunda en la lista: Carolina Basualdo, intendenta de Despeñaderos y de 35 años. A pesar de la búsqueda transversal interpartidario, todos los que entrarán al Congreso serán del PJ cordobés.
8. El candidato que no quería. Juan Schiaretti es el candidato que no quería. De hecho, es probable que su campaña se ejerza más por fuera de la provincia que de adentro. Esto es porque, de a poco, ve que ese partido-canival llamado Somos que lo ha presionadocon la máxima de que no hay 2027 sin 2025. Teme perder frente a un rival desconocido, como es Gonzalo Roca, del cual no se sabe ni su voz. Si pierde, estará refunfuñando contra los pituquitos de Recoleta.
9. Error de cálculo. Schiaretti calculó que era necesario el triunfo de Milei en 2023. No solo para pulir la macroeconomía. Sino que incluso, en su condición de outsider de alcance popular, iba a implicar una dura derrota del PJ AMBAcéntrica, lo que llevaría a cuestionar la influencia del kircherismo y, con ello, abrir las puertas a expresiones más provinciales. Eso no ocurrió. Por ende: tuvo que volver a pavimentar la avenida del centro. Y encima, lo obligaron a ser candidato con riesgo a perder. Helo aquí.
10. Las encuestas son casta. Dos encuestas publicadas, previo al cierre de candidatos, no se pusieron de acuerdo sobre quién saldría primero. Para Zubán Córdoba, 36,7% votaría por Schiaretti, seguido por Bornoroni en un 28,7%, cuando se creía que el edil iba a ser nuevamente el elegido. Mientras que la consultora de Federico González y Asociados, estipuló que primero sería Bornoroni (30,9%) y luego Schiaretti (21,1%). En el caso del primero, computaron quienes contestaron que no van a votar: 4,9%. La realidad mostrará que serán diez veces más que ese porcentaje. Los encuestadores también son casta.
11. Casta recargada. El tercero de Provincias Unidas siempre estuvo reservado para un varón llaryorista. En este caso, lo ganó el presidente suplente de la Legislatura: Miguel Siciliano. Ese cargo lo ocupó anteriormente uno de los máximos referentes de la casta vernácula comechingona: el Dr. Oscar González. Se avecina un informe periodístico, donde compara la declaración patrimonial de Siciliano con la de González, acusado de enriquecimiento ilícito y lavado de activos, a partir de información expuesta por los portales La Luna con Gatillo y Striptease del Poder. El Dr. Muerte, implicado también en la causa por la tragedia de Altas Cumbres, que acabó con la vida de la docente Alejandra Bengoa, permanece en arresto domiciliario a los 77 años de edad, una longevidad que se asemeja a la del “Gringo”. La casta se renueva.
12. Kasta. Fuerza Patria es encabezo por el docente Pablo Carro, luego de tensiones de amagues “a la Juan Grabois” por parte de otra docente: Constanza San Pedro, quien se metió de segunda. Dicha rosca se debió al conducto parlamentarista que cayó la expresión K local, al discutir nombres más que proyectos para conservar la banca número 9 del Congreso. El afán del universitario por atornillarse a su banca, mientras que la cantidad de partidos políticos que se suman al proyecto van en descenso, pronostica un éxodo de votantes. A pesar de los discursos anti-Milei, los simpatizantes no orgánicos a Cristina coinciden con los simpatizantes de Milei sobre el hartazgo con la burocratización de la política.
13. Cordobesismo agrietado. En la lista de Defendamos Córdoba, el flamante frente que encabeza Natalia de la Sota, aparece Marcelo Ruiz, ex-rector de la Universidad de Río Cuarto, y la abogada Marta Lastra, que asesora a personas con discapacidad. Es un proyecto netamente personalista y enfocado en las víctimas del régimen. Es una especie de complemento al discurso de Schiaretti, avalando el déficit cero pero rechazando que sea a los “hachazos”. Es vox populi que la mano de Sergio Massa está detrás del ensachamiento de esta grieta.
14. Natalia, ¿la Milei cordobesa? En el año 2021, Javier Milei salió tercero en las elecciones a diputados para la ciudad de Buenos Aires. Se cree que De la Sota podría llegar tercera este año para ocupar una banca del mismo poder. Tanto Milei de 2021 como De la Sota de 2025 coinciden en que sus bases son difusas y que les llevaría su tiempo para solidificar sus arquitecturas de poder. ¿De la Sota se convertiría en la “Milei de Córdoba”, de cara a la disputa por la gobernación? De ser así, parte del peronismo cordobés podría bancar a una De la Sota este año, con tal de decapitar la cabeza gerontocrática de Schiaretti. Si eso ocurre: Schiaretti probará su propia medicina que recurrió para descabezar la letra K en el peronismo.
15. Polarización tradicional. La reaparición de viejas caras como son el abogado Aurelio García Elorrio y la bancaria Liliana Olivero, ex-legisladorxs ambxs, retoma una polarización a escala menor en el mapeo electoral, de quienes empuñan los pañuelos celeste y los pañuelos verde. Ahora, García Elorrio ha construido el frente Encuentro por la República, que participan su partido Encuentro Vecinal, la Coalición Cívica de Elisa Carrió y los Republicanos Unidos de Ricardo López Murphy. Mientras que el Frente de Izquierda mantiene los partidos tradicionales, con la novedad de que el número 2 es el estudiante de cine y repartidor Josué Plevich. En el otro frente, también hay caras nuevas, pero opacadas por la trayectoria de GE.
16. Coneja pelada. Héctor Baldassi se presenta como la versión local del Pelado Rodríguez Larreta, a partir del lanzamiento del frente Ciudadanos. Así como el porteño quedó frustrado en ser presidente de la Nación, tomando su revancha para armar su propio proyecto electoral por fuera del PRO, el ex-árbitro de fútbol también hace de las suyas. La Coneja no le perdona al Gato que en el 2019 no le haya permitido ser el candidato a gobernador de Córdoba.