El peor día de mi vida
Relato de Flavio González, miembro de la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Uspallata y uno de los agredidos en la manifestación contra la minera San Jorge.
Por Flavio González*
Hace 23 años yo vivía en una ciudad como tantas con mucha inseguridad y donde muchos amigos y familiares caían víctimas de ella. Alguien me hablo de un pueblo en la montaña llamado Uspallata, donde esto no existía, no había asaltos y no había ocurrido ni un solo asesinato en 50 años, los vecinos formaban una gran familia. Mi curiosidad se despertó y fui a visitarla. No sólo descubrí que esto era real, sino que el aire que respiraba era uno de los más puros que respiré en mi vida, el agua salía cristalina y pura de cualquier vertiente y cuando salíamos a caminar nos cautivaba la diversidad de fauna frente a nosotros y su flora estaba por todas partes dándonos un festival de vida y color.
Dedicándome yo al turismo de aventura no tardé en decidir que éste sería mi lugar en el mundo. Armé mi mochila y me vine, compré con mucho esfuerzo un terreno, hice mi casa y mi empresa. Enseguida Maca llegó a mi vida y luego Lucas con quien formamos una hermosa familia felices de que él crecería en un lugar sano y libre de enfermedades. Comenzaba una nueva etapa en mi vida. En los siguientes años traté con miles de turistas. Ver la felicidad en la cara de la gente que nos decía: cómo puede ser que algo sea tan hermoso, inundaba de felicidad nuestro corazón.
Como guía, mis días transcurrieron navegando ríos, llevando a turistas a hacer trekking en Uspallata, Aconcagua y el cordón del Plata, a escalar o a esquiar. Si bien estas actividades tienen su peligro, jamás me lastimé ni tuve miedo, disfrutaba de lo que me brindaba la naturaleza y sabía que la Pacha me protegería.
Las nubes de tormenta comenzaron a llegar cuando nuevamente la minería retomó su voraz apetito por nuestras tierras. Llegó a mis manos un informe de la UNC del impacto ambiental de minera San Jorge que leí detenidamente y donde decía que la minera contaminaría todo nuestro paraíso. Lo que más me impresionó fue el informe sobre el Xantato (que es el químico que utilizarían para sacar el cobre). El mismo al colocarlo en agua en su etapa de flotación se transforma en bisulfuro de carbono, que es tan tóxico como el cianuro. El mismo podría terminar en las aguas y por ser volátil en el aire, pudiendo llegar hasta 100 km de distancia según los vientos. Cabe destacarse que la intoxicación con disulfuro provoca trastornos neurológicos, vasculares, coma, muerte y muchos otras patologías. Según la UNC el disulfuro que podría producir minera San Jorge es 500 veces mayor a la permitida por la Ley de Residuos Peligrosos. Si a estas sustancias le agregáramos otras como el óxido nitroso, las nanopartículas presentes en algunos detonantes de aluminio y que son cancerígenas, los elementos traza (provocan trastornos en el genoma) y muchos otros más, realmente estaríamos en el horno. Empezamos a pensar que nuestro paraíso dejaría de existir.
El viernes pasado mi vida cambió. Estábamos en la esquina frente al local de nuestro amigo cuando llega a Uspallata el intendente y 4 micros de la UOCRA que traían encapsulados, como lo muestran todos los videos y sin darnos tiempo a reaccionar, se nos tiran encima. Está emboscada realizada por semejante fuerza letal, no nos da tiempo a reaccionar. A mi me pegaron como mínimo entre 6 y me pegaron de una forma en que ni el río ni la montaña ni la nieve jamás me lastimó, por primera vez pensé que iba a morir. Mi señora intenta protegerme y le empiezan a pegar a ella, por suerte sin consecuencias. La policía no hizo absolutamente nada y solamente nos defendieron integrantes del GUM, que también fueron golpeados. Y si mi amigo Mauri no reacciona sacándomelos de encima con un matafuegos, yo no sé si hoy estaba acá. Quien iba a creer que luego de 23 años sin violencia, sin ver una gresca, sin ver un arma, en 5 minutos todo eso volvió y me remontó a 23 años atrás.
Ayer me vieron los médicos y no podían creer mis lesiones, mi tabique está todo fracturado, lo que requeriría una o varias cirugías reconstructivas y que, según me informaron, me podría traer problemas para respirar por la nariz. Los golpes en todo el cuerpo han dejado marcas impresionantes.
Hoy no puedo creer que mi físico y mis vías respiratorias que son fundamentales para mi trabajo se me hayan desmoronado en sólo medio minuto provocado por una patota letal que vino con quienes tendrían que cuidarnos.
Tengo que agradecer a la infinidad de personas que nos llamó preocupados por mi salud, muchos que ni siquiera conocíamos. Me hubiera gustado que algún llamado fuera de alguna autoridad. Pero todos sabemos que estaban muy ocupados en recalcar los pelitos quemados de un niño de 8 años (a quién no le resto importancia y me solidarizo). Que a pesar de tener bien claro que fue un problema personal entre el incendiario y el Sr Vera (el mismo había denunciado a su hijo que terminó preso), igualmente era mejor no explicarlo y usarlo para instalar la versión que todo esto fue producido por “terroristas antimineros”, versión que se encargaron de diseminar en todos los medios importantes que responden ellos y los apoyan en su complicidad por esparcir sus mentiras. Como solía decir un personaje siniestro de la historia: repite 100 veces una mentira y la convertirás en verdad.
Ya no puedo pedir que me devuelvan mi salud, veré como evoluciona y espero poder recuperarme, ya que en todas mis actividades necesito muchísimo de una buena respiración. Pero sí me gustaría seguir disfrutando de nuestro aire y nuestra agua pura, poder meterme con mi kayak en un río no envenenado, caminar por un suelo fértil.
El sábado tuvimos una hermosa marcha completamente pacífica (será porque no trajeron la patota de la UOCRA ), casi todo Uspallata salió a la calle, familias, niños ancianos, todos abrazados defendiendo a la vida y al agua. Acompañados además por otras asambleas de Mendoza y gente común que vino a apoyarnos.
Marcha que tanto el gobierno como los medios que responden a ellos se encargaron de tapar. Pero no se puede tapar el sol con las manos. Uspallata, Mendoza y gente de todo el país está despertando, esperemos que esto no provoque más violencia, que no haya mas golpes, más tabiques quebrados, mas mujeres golpeadas, más armas… Queremos paz y que nuestros hijos crezcan en un ambiente sano, por favor no nos sacrifiquen.
HOY TODA MENDOZA ES USPALLATA Y USPALLATA NO SE VENDE
Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Uspallata
# NO a Minera San Jorge
# SI al Área Natural Protegida Uspallata-Polvaredas