Condena cantada
6 años de prisión e inhabilitación para Cristina Fernández de Kirchner. La carátula es por “administración fraudulenta”. No le alcanzó a los jueces para que sea por “asociación ilícita”. Probablemente, es la primera vez en la historia que ocurre una condena fuerte contra una persona con alta función pública en plena función.
Algunos medios, celebran. Otros, plantean lo predecible y lo lawfare. Cristina acaba de declarar que esto ya no es solo un “partido judicial”, sino una “mafia” con tintes “paraestatales”.
Se aclara que ella no va a prisión por los fueros, además de que puede apelar.
Se verá cómo continúa esto a nivel judicial, sobre todo cuando se conozca los fundamentos de la sentencia, que será en marzo del próximo año. Mientras tanto, sectores de la oposición pueden sacar filo el hecho que su máxima contrincante tiene una condena por corrupción.
Si es suficiente o no para cautivar votos, dependerá la movida de cada una, en un juego donde la gran mayoría no juega.
Cristina no será candidata
“Quedesé tranquilo, Magnetto; no voy a ser candidata”
CFK dejó a lo último, y muy emocionada, su aviso de que no se presentará a las elecciones. Hay un inaguantable soporte corporal de un pasado que pesa. Y ahora, un futuro sin avistamiento para quién sabe.
