INFORMES

Ahora sí la vemos

Por Lea Ross

En este último informe semanal del año, subrayamos lo que dijo el el Lord Jamón en su última visita a Córdoba: “Logramos algo que parecía imposible y es que estamos haciendo caer la pobreza, en cerca de 20 puntos. Y la indigencia pasó de niveles de más del 20%, a niveles entre el 8% y el 9%. Es decir, en los últimos meses sacamos de la pobreza a 8 millones de argentinos. Y vaya que estamos logrando cosas con las ideas de la libertad”.

El dato que se basa Milei es un estudio del Ministerio de Capital Humano, a cargo de Sandra Pettovello, en base a datos del INDEC, que asevera que el tercer trimestre la pobreza alcanzó el 38,9%, implicando una fuerte caída de lo que había anunciado el organismo de estadísticas sobre el primer semestre que le dió 52,9% en promedio. El INDEC, en realidad, mide el índice de pobreza por semestre (la mitad de cada año). Lo que realiza el departamento que congrega las áreas de familias, educación, trabajo y jubilaciones, son estimaciones de cada tres meses, que en el trayecto del 2024 fueron 54,8% para el primero, 51% para el segundo y la abrupta caída del tercero con 38,9%.

¿Qué pasó?

Distintos analistas coinciden que eso se debió a la desaceleración inflacionaria sobre bienes, en particular los alimentos, permitiendo que sean más accesibles. Otros sostienen que pudo ayudar las subas de la Asignación Universal por Hijo y la Tarjeta Alimentar, que permiten evitar ser indigente, es decir, no tener hambre. Por eso también ese índice tuvo una considerable caída. Es importante entender que la inflación de Milei ha tendido a los paulatinos “tarifazos” de los servicios, donde incluso se pretenden amparar con la Ley Bondi Zombi, que pretenden que los combustibles se sostengan con tarifas dolarizadas. Lo agravante de la inflación del gobierno del Frente de Todos es que impactaron en la comida. El año pasado, Argentina tenía la inflación sobre los alimentos más alto del mundo, superior a Palestina, explicado por los impactos sanguinarios en la Franja de Gaza. Este año, todavía estamos a la cabeza que más aumentamos lo que ofrecemos en los platos, pero que es más culpa del gobierno anterior que el actual.

Sin embargo, existe también un problema metodológico en la medición. Para el INDEC, ser pobre es cuando lo que se gana no alcanza para comprar la canasta básica de bienes y servicios. Cuando realizan las encuestas en los hogares, quienes responden aluden a lo que cobraron el mes pasado, mientras que el costo de esa canasta se mide en el mismo mes. Es decir: hay un desfasaje de un mes entre ingresos y precios. Como el país venía teniendo inflaciones mensuales muy fuertes, la brecha entre ambas realidades se vuelven más distantes. Así lo expuso el director de Planificación Productiva de Fundar Daniel Schteingart, donde hizo el experimento de medir la pobreza por trimestre, como hizo Pettovello, pero también haciendo la medición correcta, solapando ingresos y precios de la canasta en el mismo mes.

Así podemos ver que la que mide el INDEC (naranja) se va desprendiendo para arriba de la “real” (azul), porque los precios venían en aumento desde la salida de la pandemia. Con lo cual, en la realidad, pasaríamos del 47,1% en el primer trimestre al 37,4% del tercero. Por ende, no es que se redujo 20 puntos como dijo Milei, sino 10 puntos, que tampoco es menor.

De hecho, el propio especialista sostiene que si se mide ingresos e inflación en el mismo mes para medir la comparación con el año pasado, vemos que la pobreza del tercer trimestre del 2024 es peor que la del mismo período que el del año pasado: subió 3,5%: “Este resultado va en línea con el resto de las estimaciones que se hacen habitualmente de poder adquisitivo (como salarios reales, jubilaciones reales, etc.), que muestra todavía una caída frente al mismo período de 2023”, sostiene Schteingart.

La desigualdad

El último informe de CIFRA/CTA, escrito por Pablo Manzanelli y Leandro Amoretti, explican que “la tendencia a la desaceleración del ritmo inflacionario tiene en la recesión y en la estabilización del dólar una contribución decisiva”. Además, con la apertura comercial que permite la llegada de importaciones, provoca que esos bienes sean más baratos en comparación a la inflación, en detrimento a los servicios: “Un déjà vu de los noventa y la última dictadura militar”. Esto lleva a un “descenso en la participación de los trabajadores en el ingreso del 46,4% a 43,9% entre los primeros semestres de 2023 y 2024. Como contrapartida, la rentabilidad ascendió especialmente en las grandes empresas que duplicaron sus tasas de utilidades sobre ventas”.

Según este trabajo, hubo 13 grandes empresas que promediaron una mejora de 13,6 puntos porcentuales en su rentabilidad. “La elevación de la rentabilidad -dicen- se explicó por una suba muy importante de las utilidades en el primer trimestre de 2024, cuando alcanzaron tasas de rentabilidad promedio de 39,0% con un impacto considerable de los ingresos financieros asociados a la devaluación de diciembre. Luego, en el segundo y tercer trimestre la rentabilidad disminuyó aunque se mantuvieron por encima del año previo”. Quienes duplicaron sus rentas fueron las petroleras YPF y Tecpetrol, en manos del Grupo Techint, que curiosamente el director general del primero es Horacio Marín, un ingeniero que siempre trabajó para Techint. También aparecen Loma Negra, Richmond, Mirgor y Transportadora de Gas del Sur (TGS), cuyas acciones están en manos de Marcelo Mindlin y la familia Sielecki. Finalmente, dos empresas de alimentos: Arcor y Mastellone. La familia Pagani es accionista de ambas compañías.

Otras empresas que mantuvieron tasas de utilidad elevadas fueron Aeropuertos Argentina 2000, de Eduardo Eurnekian, Pampa Energía, de Mindlin, y Pan American Energy, de Alejandro Bulgheroni.

Siempre es Forbes

La versión vernácula de la Revista Forbes hizo un ranking de los 50 argentinos más acaudalados. Estas mediciones se llevan a cabo con un método propio, basado en revisión de páginas especializadas y consultas a especialistas. El criterio para elegir fuentes es distinta a la que realiza su versión estadounidense. Por esa razón, a mediados de este año, la Forbes yanqui concluyó con resultados distintos a la de los argentinos que figuraron en los 5000 más ricos a nivel mundial, aunque las figuritas se repiten.

N.ºEmpresariosPatrimonio (U$S en millones)
1Marcos Galperin8500
2Hugo Sigman y Silvia Gold6300
3Alejandro Bulgheroni5100
4Familia Pérez Companc4200
5Paolo Rocca4100
6Eduardo Eurnekian3500
7Ricardo Rey Rodríguez y familia3100
8Lodovico Palú Rocca y familia2700
9Alberto y Pablo Roemmers2400
10Roberto Daniel Urquía1800
11Eduardo Constantini1600
12Javier Madanes Quintanilla1500
13Jorge Brito1450
14Jorge Delfín Carballo1450
15Sebastián Bagó1380
16Alfredo Poli1350
17Manuel Antelo Daneri1300
18Carlos Sielecki1250
19Luis Pagani1200
20Guillermo Liberman1150

Si comparamos los archivos de Forbes Argentina 2019, con los actuales, vemos que quienes obtuvieron mayor crecimiento patrimonial fueron los dos más acaudalados de este año: Marcos Galperín (puesto 1) y Hugo Sigman (puesto 2). El primero: creador y dueño de Mercado Libre. El segundo: productor y comercializador de vacunas para combatir el Covid-19. Es decir: la cuarentena y la pandemia forjaron el ascenso inédito de estos magnates ligados a las nuevas tecnologías y la medicina. Habitualmente, lo encabezan siempre del rubro hidrocarburífero y siderúrgico, como Paolo Rocca (Techint) y la familia Bulgheroni, que en este caso quedaron en los puestos 3 y 5 respectivamente. Sin embargo, con la explotación de Vaca Muerta, y el aprovechamiento del RIGI, probablemente vuelvan a recuperar sus tronos. En el puesto número 4 figura la familia Pérez Companc, también con inversiones hidrocarburíferas, pero también con crecimiento en el rubro agrícola y de alimentos, al tener el monopolio de fideo secos. Otro pesado del rubro es Luis Pagani, que figura en el puesto 19, y responsable no solo de los caramelos Arcor sino también de varios productos alimenticios de supermercados, incluyendo la leche La Serenísima. También aparece el cerealero Roberto Urquía, de Aceitera General Deheza, que figura en el puesto 10. Marcelo Mindlin (Pampa Energía y TGS) figura en un lejano puesto 31, pero es uno de los que obtuvo más crecimiento patrimonial desde 2019, gracias a sus inversiones en rubro energético. Eduardo Eurnekian, el ex-patrón del actual presidente, está en el puesto 6, y en el quinto si se mide por su crecimiento patrimonial en el último lustro, justo por arriba de Lionel Messi, luego de haber obtenido la Copa del Mundo.

EmpresariosAumento patrimonial 2019-2024 (%)
Marcos Galperin240,0
Hugo Sigman162,5
Roberto Urquía160,9
Marcelo Mindlin150,0
Eduardo Eurnekian133,3
Lionel Messi126,2
Alejandro Gotz118,8
Jorge Brito y Jorge Delfín Carballo110,1

La publicación de Forbes Argentina sostiene que si sumanos a los 50 acaudalados nos da un total de casi US$ 78.000 millones en patrimonios. Eso es el equivalente al 12% del PBI argentino del año pasado. A su vez, implicó un crecimiento del 68% más que en la última edición del ranking que fue el 2020. En 2019, el monto total de los top cincuenta fue de US$ 46.440 millones. En la actual versión, se acercan a la que hubo en 2018, cuando rondaba los US$ 70.000 millones de patrimonio. Es decir, que los milmillonarios vernáculos lograron recuperar lo perdido en el inicio de la recesión económica a mediados de la presidencia de Mauricio Macri y con creces, no así para gran parte de la sociedad argentina que todavía lidia con la pérdida de su poder adquisitivo. Esto es: una inflación que ha pulverizado los ingresos, y que eso no evitó que se extendieran los márgenes de ganancias para estos caballeros.

En consecuencia: no es solo una cuestión de salir de la pobreza. Sino también de discutir qué modo de vida se elige, a costa de mantener el crecimiento de patrimonio para unos pocos.

Ahora sí la vemos.

Que tengan felices fiestas. Y que se vayan todos.