Acerca de la muerte de Pérez Companc

Este año, la revista Forbes actualizó su sábana de los miles de multimillonarios que hay en el mundo. En la misma, aparecen en orden Marcos Galperín, Paolo y Gianfelice Rocca, Alejandro Bulgheroni; la familia Pérez Companc, en el puesto mundial 809 y con un patrimonio calculado de U$S 3.900 millones; Eduardo Eurnekian y Eduardo Constantini.

En la gráfica que adjuntamos, vemos la evolución patrimonial de estos acaudalados caballeros según los cómputos de la página de Forbes (no todos cuentan con la totalidad de los años registrados).

El único caso donde, prácticamente, no ha tenido una caída patrimonial fueron los Pérez Companc (línea verde).

Forbes encaja al negocio de los Pérez Companc con la energía. En parte es cierto. Sin embargo, en la actualidad, un activo importante son los alimentos y las exportaciones agrarias. Fue a partir de 1999 cuando compraron la mega-corporación Bunge and Born, al que Juan Domingo Perón lo calificó como un “pulpo”. Con ello, el clan del “Grego” acapararon el 40% del comercio de la harina con la marca Blancaflor y gran parte de las reconocidas marcas de fideos Matarazzo, Luchetti, Don Vicente, entre otros. Hablamos del trigo, que es la materia básica en la dieta criolla.

Al poseer los campos, los molinos y las marcas comerciales, e incluso sus propios puertos si prefiere exportar sus cultivos al extranjero, se expone un problema de raíz que tiene el país, apuntado a la sospecha de sobrefacturación, ya que el ajuste inflacionario del pan y la harina en los comercios solo generaría un ascenso patrimonial desde valores nominales, pero no así los reales, al estar medido en dólares.

Esto sin mencionar la delicada situación de hambre que vive la Argentina, agravado por el escándalo de los alimentos guardados en los galpones y las dificultades de distribución por el intento de cercenar a las organizaciones sociales y barriales.

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