CULTURAPensamiento Crítico

Sin voces y sin cultura, no hay Democracia

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De rifar las joyas de la abuela a vender a la abuela misma. En medio del mortal desguace del Estado, el gobierno de Javier Milei cerró Puntos de Cultura.

Por Tomás Astelarra

El Instituto Argentino de Promoción de la Cultura Viva Comunitaria junto al Movimiento Argentino de Cultura Comunitaria (que núclea a más de 300 organizaciones) denunciaron el desfinanciamiento del programa Puntos de Cultura y exigieron la reincorporación de les trabajadores. Una gota en un mar de lágrimas de un Estado en vías de desguace para los sectores populares, mientras se entrega el país y sus recursos naturales a las grandes empresas multinacionales y la falsa y amañada “libertad” de Mercado.

El programa Puntos de Cultura nació en Brasil en 2004, durante la gestión como ministro de Cultura de Gilberto Gil, intentando generar una política que naciera, fortaleciera y fomentara las experiencias de organizaciones territoriales de la cultura. Para este fin se destino un 0,1% del PBI.

Basados en esta experiencia, un grupo de organizaciones culturales territoriales de Argentina comenzaron a organizar el reclamo por una ley semejante en nuestro país, creando la organización el Pueblo Hace Cultura, que realizó una masiva manifestación de gran colorido y participación en noviembre de 2010 frente al Congreso.

Al nacer en 2011, el programa reunía 98 organizaciones sociales comunitarias y comunidades indígenas. En mayo de 2013 un montón de argentines fuimos al 1er Congreso Latinoamericano por la Cultura Viva Comunitaria en La Paz. El programa Puntos de Cultura existe en más de 10 países de toda la región.

Hoy, en Argentina, más allá del Estado, la red está integrada por más de 1.200 colectivos y 1.600 proyectos, a través de los cuales se promueve la solidariad, la inclusión social, las identidades locales, la participación popular y el desarrollo regional a través del arte y la cultura. Nuestro medio, la Luna con Gatillo, es parte de esta red, y recibió en tres ocasiones financiamiento para la realización de materiales gráficos y audiovisuales. Como por ejemplo el recién estrenado informe sobre el festival El Valle es Rap en Humana Club Social de Traslasierra. Festival también apoyado por el programa Puntos de Cultura, junto al apoyo de ETIS, otra organización de la red.

También pudimos llevar adelante, gracias a este financiamiento, los informes Tarrosky.

En 2021, nuestro cumpa Matías Magnano, viajó a Buenos Aires para encontrarse con la amta Argentina Paz Quiroga y Luchi Zaghis (cantautora y gestora cultural cordobesa) y registrar, por ejemplo, este hermoso momento o documento.

Otra Democracia

“Dentro de los cuarenta años de democracia podemos hacer una reflexión acerca de que la mitad de la población está por debajo de la línea de pobreza y no hay opciones políticas realmente populares. Hay que darse una discusión muy fuerte acerca de como democratizar la democracia. Nuestra tesis es que en la organización popular se experimenta una visión de la democracia que está más basada en los colaborativo que en lo competitivo. Eso puede ser el embrión de una institucionalidad democrática diferente”, nos contaba el año pasado, Eduardo Balán, del Culebrón Timbal, uno de los fundadores del Movimiento Argentino de Cultura Viva Comunitaria. Fue con motivo del Encuentro de Comunas para el Buen Vivir, organizado en su escuela de Cuartel V, Moreno, con diferentes organizaciones populares reflexionando acerca de las experiencias de gestión política surgidas desde abajo, y ante la amenaza del gobierno que se venía. Esbozando, también, una autocrítica, que aún nos debemos desde la multiplicidad de sectores de la organización popular.

De este encuentro participó Pablo Riveros, en ese entonces Jefe Comunal de Villa Ciudad Parque, y uno de los primeros representantes de Córdoba en el movimiento de Cultura Viva Comunitaria, a través de Semillas del Sur, organización territorial desde, donde como dice él, “lo social desbordó en lo político”.

“Que decirte de esto, hermano. Es un estropicio, una pena para todas las organizaciones que venimos laburando la cultura comunitaria hace tantos años en diferentes partes del país. Un programa que atravesó diferentes gobiernos y gestiones porque tenía una construcción genuina, desde clubes, bibliotecas, radios comunitarias, salas de teatro, abarcaba una diversidad de experiencias muy ricas y enriquecedoras”, nos cuenta Víctor Hugo Alegre, integrante de Semillas del Sur y la radio comunitaria El Brote, de Villa Ciudad Parque. Este fin de semana se desarrollará en la localidad el Encuentro Federal y Plurinacional de Cultura Viva Comunitaria, previo al segundo Congreso nacional, que en junio se llevará a cabo en Santiago del Estero.

Es que la red excede al Estado y seguirá existiendo más allá de las políticas de muerte y desintegración social del actual gobierno. Nos cuenta Víctor: “Porque ademas del financiamiento, la red de Puntos de Cultura tiene el sentido de encontrarnos, de conocernos, de intercambiar experiencias y aprender de otras compañeras. Vamos a ver que respuesta podemos dar desde nuestro sector para defendernos frente a de esto que viene a ser una destrucción a mansalva, en esta motosierra que tanto prometían sacar privilegios, pero al final se la pasan recortando derechos y atacando a los sectores mas vulnerables”. Es que la neda de este gobierno, apoyada por el voto masivo de buena parte de nuestra sociedad, es el sálvese quien pueda, el individualismo como salida social, cultura, política y económica en un mundo que pinta certeramente desigual y en medio de una crisis civilizatoria que solo sirve para incrementar la violencia, la dicha desigualdad, el mal alimento, los problemas de salud, el narcotráfico y otros males de esta modernidad capitalista.

Migajas que no solucionan el hambre

Dentro de los setenta mil despidos en el sector público, el desfinanciamiento del programa Puntos de Cultura, es otro esfuerzo vano del actual gobierno por reducir un déficit fiscal cuyo mayor componente son los pagos de intereses de la deuda externa (en enero el monto superó al de las jubilaciones) y las prebendas, subsidios o concesiones fiscales para un puñado de grandes empresas que no han podido demostrar una mejora de las condiciones de vida de la población argentina en estos 40 años de Democracia de la derrota.

“Nunca contamos con un gran presupuesto. Lo mínimo para poder existir y desarrollarse. Y fue una conquista y una constucción de mucho esfuerzo. En nuestro pueblo, por ejemplo, hicimos un festival del Mate, capacitaciones, un trabajo documental sobre soberanía alimentaria y muchas otras iniciativas. Era un apoyo a los procesos autogestivos de nuestras organizaciones. Se va a sentir esta ausencia”, explica Víctor. Pero aclara: “Lo que no quiere decir que se desarticule la red. Más que nunca hay que sostener este espacio. Por mas que es difícil, porque los costos de traslados se hicieron exorbitantes. Esto presenta otros desafíos para mantenernos conectados, para no dejar de encontrarnos y pensar y accionar juntos”.

“La democracia es una aventura y un búsqueda cultural, más allá que sea un sistema inventado por el capitalismo para sus administrar sus propios intereses frente a las realidades de los pueblos. Cuando desde el movimiento popular se pierde el espíritu de búsqueda y aventura entregamos la esencia de lo que somos”, aclara Balán.

También como venimos insistiendo, esta aventura, esta búsqueda, esta batalla cultural no es posible sin el aporte de la comunidad. Porque este año, ni el Estado, ni el Mercado, nos va a bancar.