CHARLAS DEL MONTE

Piquetes tractores y cacerolas la lucha es una sola

La concentración económica genera alianzas insospechadas y en cada avance, el capitalismo deja más gente afuera. Quizás desorganizades. Pero prontamente unides pa la protesta.

“Pasamos de una organización que perseguía la paz, a una organización que le impone una agenda ideológica a sus miembros, sobre un sinfin de temas que hacen a la vida del hombre en sociedad. Un modelo de gobierno supranacional de burócratas, que pretenden imponerle a los ciudadanos del mundo un modelo de vida determinado”

Javier Milei en la ONU

”El silencio frente a la injusticia abre paso a la división social, y la división social abre paso a la violencia verbal, y la violencia verbal a la violencia física, y la violencia física a la guerra de todos contra todos. Ahí está la cola del diablo”.

Papa Francisco en reunión con movimientos populares.

Por Tomás Astelarra Ilustración @fuskavisual

Después de estas semanas de franco apocalipsis, les jipis finalmente se dirigen a apagar el fuego que más les importa: el de sus gargantas. Por suerte en este perdido paraje del Valle, a pesar de las diferencias y berrinches impulsados por una realidad económica que enciende los humores como chispa en el pajonal comunitario, hay cierto grado de organización y consenso en la diversidad. Nadie quiere que se queme el monte ni los ranchos, y mucho menos pa negocio de los mismos de siempre. Que encima no viven acá.

Viene un vecino borracho, seguramente parroquiano del bar del Mario e igual de apretado de money que cualquiera de nosotres. Por unos mangos que le da algún testaferro de testaferro de algún empresario testaferro de un empresario más grande, compra un bidón de nafta y le mete mecha a un terreno con diseño de nueva urbanización crematística o algún otro deliro capitalista transhumanista.

Algún vecino lo ve. Puede que lo cague a pedos o se haga el boludo. Va e intenta apagar el fuego. Si no puede o lo ve muy grande llama a los vecinos, las brigadas o los bomberos. O todos a la vez, dependiendo del conflicto. Tampoco es cuestión de molestar a demasiada gente al pedo, en un momento donde la gente organizada es muy necesaria y está en mil cosas. Y la gente al pedo, está al pedo. Más allá de las ideologías.

Porque al final el lavandero o el pizzero libertario te hace descuento por vecino, por pobre o, justamente, porque sabe que fomentas organizaciones comunitarias. El intendente es peroncho cordobesista, pero es del palo. Fuma porro, escucha rock, banca el desarrollo económico a escala humana, quiere proteger el monte y quizás hace más por la comunidad y su desafío socioambiental que más de un cumpa chamullero pachamamista anarcozapatista. O peronista rama progresista K.

El comisario, y la policía en general, algunos radicales, o de Cambiemos, algún libertario y quizás un peroncho o anarco que busca pasar desapercibido, al final de cuentas, lleva a les pibes a la misma escuela que nosotres, participa en la cooperadora y esta en el grupo de folklore o el club de fulbo. Y además sabe que cuando quieran hacer huelga como los canas de Misiones porque tienen un salario de mierda, no lo va a apoyar ningún testaferro o empresario o político nacional, sino el pueblo local organizado. Lo mismo si se quieren chorear el agua o hacer minería de no se qué. Todo dentro de los complejos parámetros de esta crisis civilizatoria o pachakuti.

Los kirchneristas ortodoxos a esta altura no sabemos bien para que sirven, además de andar compartiendo escalofriantes noticias de Buenos Aires o el Mundo por las redes. Pero son buena gente, y el último recurso cuando falta porro o tenés ganas de charlar con alguien acerca del complejo panorama de Buenos Aires y el Mundo. Después está el peronismo jipi, que rascas un poco y en realidad son anarquistas, comunistas, troskistas, zapatistas o guevaristas, pero les cabe ese asunto de que mejor que decir es hacer.

Sobre decir sin hacer. O más bien sobre hacer solo para provecho propio, hay un amplio sector de liberalismo jipi. Como todo es una mierda, hay que salvarse solo. La política no sirve para nada, la organización comunitaria tampoco. Se piensan que rezando o haciendo ceremonias vamos a solucionar todos los quilombos de esta crisis civilizatoria y que la gente del lugar es criminal por comerse un chori o usar una bolsita de papel. Como dijo el abuelo Moffat: acá nos curamos todos o no se cura nadie.

Pa colmo de contradicciones tenemos una serie de herederos ricachones del primer décil que, solo por romperle las pelotas a sus padres, se hacen místicos, zurdos, cooperativistas o ambientalistas. Se sientan en la mesa con todes. Pero cuando vuelven a su casa, la planilla de excell de ingresos gastos quintuplica la nuestra. No andan pensando si la opción es comprar la garrafa o arreglar la moto. En eso se parecen mucho a les pibes de La Campora (que igual solo triplican nuestras planillas de excell).

Después estamos nosotres, la comunidad, que somo una mezcla de todo eso.

-Igual esto está cada vez más raro-dice el Jipi mientras relojea que el Mario no lo vea tomar de la petaca que se trae para ahorrar un poco- Está vez en varios lados el fuego se vino pa los ranchos. Y no cualquier rancho. Los ranchos de les jipis ambientalistas o territorios en conflicto. Como en Bolsón, que después de pararle el mega loteo a Lewis prendieron fuego Golondrinas.

-¿El de los jeens?-pregunta el Pelusa.

-No-le explica Suipacha-¿Te acordas de ese que tiene un lago donde se juntan los jueces, los servicios secretos y los empresarios de Clarín? Ahí donde Juancito Grabois hace quilombo todo los años y vienen unos gauchos como vos pero con bastante más dinero y buena pinta y lo cagan a rebencazos.

-Cualquier momento nos acusan de jipis terroristas comechingones ligados con la RAM, la ETA, Sendero Luminoso y algún palestino-comenta el Chico Trosko.

-Encima en la city están en cualquiera. Acá el problema es el boludo de ciudad. Que hasta piensa que los incendios los provoca otro boludo con un pucho-aporta el Mario.

Y antes que se arme quilombo le aclara al Jipi (que en el apuro metió la petaca en la bolsa de comida para perros que ya está mordisqueando Sandokán): No me refiero a ustedes, que ya no son de ciudad. Pero si boludos, dice sin decir.

-Como dice Don Araña, acá hace décadas que se quema pasto, se hace asado y se dejan botellas o puchos tirados y nunca se prendió fuego tanto-aclara Sushú.

El Mario asiente mientras observa que carajo lame con tanta pasión Sandokán.

-Lo peor es la casta política burócrata acomodaticia y sin calle-dice Liber- ¿Vieron que tenía razón? Al final el chico de la play era eso: un nene cheto que lo tiene que defender la mami.

El chico P intenta abrir la boca. Pero Máximo, a esta altura, es indefendible.

-La Campora va a terminar con menos votos en el conurbano que en Córdoba-asiente desilusionado- Como dijo Axel, casi sin querer, hay que tocar nuevas canciones. Y que sean buenas. Sino esto es más trucho que la vuelta de Los Piojos y con las mismas peleas pelotudas.

-Bueno el cantito ese del acto de Máximo sería una canción nueva-lo chicanea Suipaca.

-Por eso te digo. Pa que salgan con eso, me quedo con los greatesjit. Pero con un compilado de hace diez año no hacemos nada. Encima la Cristi recién ahora se aviva que si no somos pobres somos informales. Yo igual sigo viendo sus discursos. En mi corazón la Cristi. Por supuesto.

-Pobre Axel dijo lo menos picante del mundo en un acto ignoto con Ofelia y Juan hace un montón de tiempo y todavía insisten con eso-se compadece la Señorita Mayonesa.

-Che y decime: Ese amigo tuyo, ese tal Barba Pérsico ¿No va a hacer quilombo?-pregunta el Mario.

-Mirá hay varias razones para no hacerlo. Primero que los que cobran son los compañeros y encima al pedo, porque esa Petovello es más terca que vos queriendo pedir fiado un trago. Además, si rascan un poco, ese no es tan prolijo como Grabois y no se si el Papa lo defiende. En una de esas cae preso-le explica la chica Punki.

-Y si….-suspira el Polilla-al final el Papa es como el chapulín colorado. El único que nos defiende.

-Al final el quilombo lo van a terminar haciendo los del campo. ¿Te imaginas? Piquete, tractor y cacerola la lucha es una sola.

-¿Queloque?-le pregunta el Mario intrigado mientras patea a Sandokan, que ya está re borracho.

-La otra vez vino un cumpa de Santa Fé y me contó que hasta los productores grandes se están cagando de hambre. El dólar está planchado, no bajan las retenciones, los precios internacionales a la baja y encima estos panchos por hacerse los antizurdos están negociando para el orto con Brasil y China. Es como ir a la cancha en un Colo Colo-River e hinchar por los chilenos. Los únicos que están haciendo unos mangos con la timba financiera son los grandes pooles de siembra, que ya están viendo como se pasan al tema minería y petróleo que es la que parece que va ahora. Total al final son todos de Black Rock. Hasta Massa-le explica el Chico Trosko.

-Pensar que nos creíamos el granero del mundo y ahora no podemos ni alimentar a nuestros pibes-se lamenta la Señorita Mayonesa

-Bueno-se entusiasma el Chico P-Entonces lo de la Sociedad Rural son compañeros como Tenembaum, Hadad, Feinmann, Fantino, Cavallo, Vila, Manzano y el Coti Nosiglia. Quizás no estemos organizados pero en una de esas, viste como es, para juntarnos a protestar los argentinos somos mandados a hacer. Y le damos masa (y a Massa) a Rocca, Halperin, Elztain y los cuatro giles que les está yendo bien con el gobierno de Milei.

-Piquete, tractor y cacerola. La lucha es un sola. Después vemos que carajo hacemos con el quilombo que nos quede-se esperanza la Chica Punki.

Estas charlas o relatos transcurren en el Valle de Polonia, es decir, Ningunaparte. Son ficción. Ciencia Ficción Jipi. Cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia. Como diría Marx (Groucho): estos son nuestros principios. Si no le gustan tenemos otros.