COLABORACIONES

Museo del Barro, un Templo de las Artes en Asunción del Paraguay

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El Museo del Barro es un complejo cultural de artes visuales. Posee una colección de Arte Popular, Arte Indígena, Artesanía Prehispánica y Contemporánea, y Arte Barroco Latinoamericano. Todos dispuestos al mismo nivel “jerárquico” con el Arte Erudito.

Por Richar De Itatí para momarandu.com -Foto : Fernando Allen (Cortesía del museo del Barro)

El Museo del Barro es un complejo cultural de artes visuales. Posee una colección de Arte Popular, Arte Indígena, Artesanía Prehispánica y Contemporánea, y Arte Barroco Latinoamericano. Todos dispuestos al mismo nivel “jerárquico” con el Arte Erudito.

San La Muerte. Imágenes de Aquiles Coppini. Curaduría de Ticio Escobar en el Museo del Barro. Asunción, Paraguay, 27 de Agosto de 2022.

El Museo del Barro es un complejo cultural de artes visuales. Posee una colección de Arte Popular, Arte Indígena, Artesanía Prehispánica y Contemporánea, y Arte Barroco Latinoamericano. Todos dispuestos al mismo nivel “jerárquico” con el Arte Erudito o el Arte con “A” mayúscula (Arte erudito, académico, occidental con pretensiones de difusión internacional llamado arte contemporáneo). En este sentido, el Museo del Barro tiene su importancia y particularidad en toda la región.

Aquiles Coppini nació en Monte Caseros en la provincia de Corrientes, Argentina. Comenzó a tallar las imágenes del Santo privado de su libertad en la cárcel de Corrientes capital. Aquiles es artesano, imaginero, santero, Chamán o Brujo del culto al San La Muerte. Devenido en Artista.

En el Museo del Barro se encuentran “Obras” (trajes chamánicos) exhibidas detrás de vitrinas con una luz cenital proyectada correctamente y con su respectivo epígrafe/descripción. Tal obras de Arte.

En la época de las cavernas, quienes pintaban las cuevas eran los jefes del grupo humano. El Chamán, Cacique, tal vez con la ayuda de sus aprendices, creó ese Mágico Arte Rupestre.

El Artista es aquel que vislumbra, posee y desarrolla la capacidad de conectarse con otros mundos posibles. Nos indica, nos señala.

El Curador, en estos tiempos modernos, es aquel que señala, detecta a estas personas que tienen desarrollada esa capacidad.

El Curador o Comisario antiguamente era el custodio de las imágenes sagradas. Soldados armados que se encontraban en la entrada o a un costado de los templos en la antigua Grecia. Así el Museo del Barro puede interpretarse como un Templo de las Artes, claro. Estos Templos Contemporáneos se posicionan como centros legitimadores. Existe una retroalimentación entre el Curador y el Chaman-Brujo. Una retrolegitimación de ambos trabajos. El señalamiento autorizado de lo que es Arte.

–¡Don Ticio! ¿Cómo se siente con esta muestra? ¿Usted se acerca a este mundo de San La Muerte con cierto respeto o alguna devoción? ¿Cómo Curador, Etnógrafo, Antropólogo?
–Como todo, todo completo. Me interesa ver las potencias del creer y el crear. Creer en su creencia, tengo fe en ese sistema de creencias. Lo que hacemos en este Museo es mostrar, presentar los corrimientos de los límites del Arte. El Arte Es y No Es y a la vez va siendo.

El Arte (lo que llamamos Arte con A mayúscula, al decir de Gombrich en su magnífica introducción a su Historia del Arte) nace desde lo mágico-religioso. La realidad es un Misterio. J.L. Borges decía al respecto que tal vez seamos el sueño de alguien que nos está soñando. Vivimos inmersos en este misterio que a veces o muchas veces es angustiante. El Mito explica la realidad, podemos aventurarnos en decir que el Mito es la primera literatura. El Arte nace imbricado en una urdimbre intentando dar respuestas a este misterio que es la realidad. Así, urdido comienza como un Arte Total. Hoy, en los Templos Contemporáneos del Arte a un altar de San La Muerte lo llamamos “Instalación”. A un ritual de incrustación dentro de las salas del Fondo Nacional de las Artes o en el Instituto Di Tella lo llamamos “performance”.

En los comienzos del pensamiento racional occidental (esto es, intentar explicar la realidad corriéndose del Mito, la superstición, lo mágico-religioso) aparecen los filósofos. Platón propuso la idea de Mimesis (lo mimético, lo que imita). En su mundo perfecto de las ideas se encuentran allí todas las creaciones perfectas e ideales (los conceptos). La realidad es una simple y burda copia de lo que realmente Es. Una copia imperfecta, perecedera de su concepto ideal. Así, los artistas eran meros copistas de la copia de ese mundo perfecto e ideal. A esto, Aristóteles (otro gran filósofo, discípulo también del maestro Sócrates), más joven que Platón, da una respuesta brillante: el Arte no se trata de la copia de la copia sino que su esencia radica en el plano de la verosimilitud, lo que puede llegar a Ser. La posibilidad de existir, de crear, de dar Ser, de hacer existir algo.

El Artista desarrolla la Poiesis: del griego, la capacidad inventiva, creativa propia del Ser Humano junto a la Techné (técnica) y Epistemé (el conocimiento). Y es así que Ticio nos señala la inmanencia poética del Ser Humano. Esa capacidad inventiva, creativa propia de la esencia humana que con el Arte nos presenta nuevos mundos, nuevas formas de ver, nuevos mundos posibles. El Arte nos da respiro de esta realidad y así nos acerca a la Utopía, nos da esperanzas.

El Artista-Chamán trabaja con la intuición, se conecta con esos mundos posibles. Junto al conocimiento y su capacidad inventiva, creativa nos presenta sus obras votivas. En las tallas de hueso humano se presenta la Entidad del Santo. Las representaciones en miniatura están listas para incorporar El Santo dentro del cuerpo del devoto en una incrustación subcutánea. Dentro de una ceremonia-ritual ya se es Hijo del Santo. Así poseerá bendición y protección ante los peligros de esta realidad. Estas miniaturas magistralmente talladas por las manos de Aquiles Coppini con habilidad milimétrica, no son cualquier talla: están realizadas por un Chamán, un devoto e hijo del Santo conocedor de los secretos profundos del culto.

El joven novel Miguel Mosqueda participa también de la exposición con sus obras. Es amigo y compañero de Aquiles. Se consideran “Hermanos de Fe”, un sentimiento y un concepto más amplio que alumno/discípulo, tal vez un sucesor.

Ticio Escobar oficia de Curador, Etnógrafo y Antropólogo. Nos presenta, dentro de su Templo El Museo del Barro, a Aquiles Coppini con todo su Universo del culto a San La Muerte. Uno de los orígenes de la palabra cultura es el culto a los Dioses.

La exposición permanecerá hasta diciembre de 2022. Se puede visitar de martes a sábados de 14 a 20 (viernes y sábados, entrada gratuita).

Richar De Itatí * Artista visual, curador.