Hola. Escribo para contar un poco de por acá
Desde tierras jujeñas un querido compañero nos escribió para contarnos como se vive la pueblada jujeña desde los ojos de los que están allá poniendo el cuerpo por una patria libre, justa y soberana.
Por Edgardo Manchado*
El contexto es la aprobación de la reforma constitucional que tira por tierra, por las alcantarillas, derechos, muchos. Derecho a los territorios, a la huelga y protesta, a la reunión, mayoría automática por ganar las elecciones, elección de jueces (algo que ya sucede) y sigue la lista.
Reforma que salió en menos de dos semanas, el jueves se le dio media sanción en una sesión express. Esto en medio de una huelga y movilización docente que está siendo masiva. Dos semanas de paro, con movilización y acciones todos los días. Se sumaron sindicatos, se “rearmo” la intersindical y el viernes, en el marco del paro general decretado por todos los gremios, se dio una movilización enorme, que tuvo esta vez la participación de los pueblos originarios, que el jueves comenzaron la marcha desde los territorios hasta la ciudad: el 3° Malón de la Paz.
Lo que “inició” con un pedido de paritarias y condiciones laborales, principalmente de docentes, se configuró como un “abajo la reforma, arriba los salarios”. Y ante la ausencia de participación en las comisiones de la reforma, sin escucha para nadie, el viernes las comunidades decidieron la acción del corte de ruta. Si se institucionaliza el saqueo, ya no queda nada que perder. Porque la reforma plantea eso, la institucionalización de la pérdida de derechos en todos los ámbitos.
Ayer, en la madrugada del sábado, en el corte de la ruta 9 y la 52, el cruce de Purmamarca, hubo un intento de desalojo de la ruta por parte de infantería.
Se fue sumando gente, de diferentes puntos de la Quebrada y la Puna. El corte era pacífica, cada una hora se habría el paso 10 minutos. Desde la mañana anunciaban represión, fue llegando infantería y apostándose.
Que a las 13 reprimen, que a las 14 reprimen, a las 15, la tercera es la vencida, reprimieron. Gases lacrimógenos, balas de goma, policías de civil que atrapaban dirigentes, y que incluso ante el repliegue tiraban piedras. Esta policía, emulando a los carabineros, disparan a la cara, a los ojos. Hay personas con daños en sus rostros y ojos, e incluso comprometida la visión de un ojo lastimado.
La represión de las 15 hs se dá en el momento que se estaba dando paso, quedando un camión de YPF de combustible en medio de la gente.
Luego de la esta acción, y sosteniendo con el cuerpo, se mantiene el corte. Ya la dinámica es distinta. Corte total. Se suman personas al corte, llegan desde las localidades aledañas.
A las 19 hs se vuelve a reprimir. Esta vez la represión es más feroz. 40 minutos de disparos, haciendo retroceder a la manifestación hasta el puente de la ruta 9. En el límite norte del puente se sostiene el corte, la manifestación, el reclamo. De nuevo heridos en los rostros, manifestantes detenidos, y mucho pero mucho infiltrado. Antes de la represión de las 19, muchísimos infiltrados marcando gente y en la represión, agarrándola para detenerla.
Y luego, se sostiene desde el puente el corte, la infantería se aposta en el otro extremo del puente y se suma una máquina Caterpillar, que sería la encargada de limpiar la ruta de piedras y palos, y lo que haya en medio.
Y, cuando nos dicen que volverán a reprimir (ya no sé qué hora, ¿23 hs?), la infantería se retira. Y queda el puente y el cruce de rutas “liberado”.
Ya para esa hora, en la provincia hay más de 10 cortes, y expresiones en medios y redes que dan cuenta de los sucesos. No, en los hegemónicos no, pasa por otro lado la cosa.
Y hoy se sostiene la movida, hay paso intermitente. Y hay información de que habría represión a cada instante.
El saldo es más de 40 detenidos, el paradero de algunas personas no se sabe, muchos machucados, golpeados, baleados. De los detenidos, muches fueron derecho al penal de Alto Comedero, nada de comisarías. Así es en Jujuy.
Así es en Jujuy desde hace más de 7 años. Estas últimas semanas lo que pasó fue una concentración de esa expresión. Y la construcción de sordera e inimputabilidad del gobierno provincial, Morales a la cabeza, en su máxima expresión.
¿Qué hay, qué va quedando? Lo que pasa cuando nos encontramos; el cariño y el cuidado compartido; el saberse del mismo lado del río bravo, con las rugosidades y densidades siempre presentes; la dignidad del pueblo (frase e idea bastardeada pero real), y saber que el mejor cuidado es entre nos; los abrazos de contención y de encuentro.
*Docente y técnico del Instituto Nacional de la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena (INAFCI)