Hambre de autovías
El Gobierno de Córdoba se compromete a triplicar el gasto en obra pública y modular los gastos asistenciales. Las Autovías de Punilla y Paravachasca son dos de las más privilegiadas, que se llevarían un total de 200 millones de dólares. Mientras tanto, en el cierre del año, las expresiones callejeras exponen el hambre en los barrios y el temor ante toda respuesta policial.
Por Lea Ross | Ilustración: @nico_mezca
Ante la incertidumbre de perder la gobernación de cara a 2023, el Gobierno de Córdoba anunció que en un año va a triplicar el gasto en obra pública, teniendo como principales baluartes las Autovías de Punilla y Paravachasca, aún cuando los ingresos corrientes para el próximo año se incrementarán solo un 41%.
Así lo reflejan los documentos aportados por el Ministerio de Finanzas a lxs legisladores para discutir el Presupuesto provincial 2022, que tendría su aprobación en la Legislatura en el mes de diciembre. Córdoba recibiría casi 900 mil millones de pesos por aportes desde Nación y Provincia. Eso sería el mencionado 41%, medido en valores nominales y en comparación a lo recibido este año, pero que si descontamos la inflación anual pronosticada en un 33%, sería en realidad de tan solo un incremento del 6%.
Pero lo que serán gastos estrictamente apuntados a distintos proyectos de obra pública, incluyendo sus gastos en capital, será de $133 mil millones, un 204% más a lo que se gastará este año ($43 mil millones), pero que descontando la inflación sería del 129%.
De esos $ 133 mil millones, más de la mitad (54%) será destinado a proyectos viales, encabezado por la Alternativa Ruta Nacional 38 y la Variante Ruta Provincial 5.
En la exposición que hizo el ministro de finanzas Osvaldo Giordano el miércoles pasado en la Legislatura para comentar la iniciativa, explicó que los principales gastos del Estado son las asistenciales y las de obra pública.
Entre el año 2016 y la actualidad, para el primer rubro, Córdoba tuvo un gasto promedio anual de $36,7 mil millones, en valores del peso actual, y que para el 2022 será de $ 48.000 millones, un incremento del 31% a ese promedio, “adaptándonos a esta realidad tan difícil, que nos estamos enfrentado”, dijo de manera casi lacrimógena Giordano.
Nunca está de más mencionar que, durante el presente proceso de salida de la pandemia, mientras el promedio de los conglomerados urbanos argentinos estaban reduciendo su nivel de pobreza, en la región cordobesa tendió a la suba, tal como lo muestra el siguiente gráfico, extraído en el último informe del Observatorio de Trabajo, Economía y Sociedad (OTES).
Pero el ministro secó rápidamente sus lágrimas y cambió completamente de página, al exponer que así como el gasto promedio de 2015-2021 en obra pública fue de casi $87 mil millones, el incremento para el próximo año será “más acentuado aún”, ya que para 2022 los $ 133 mil millones será una elevación del 53%.
Debido al poco crédito accesible para financiar estas obras, el funcionario subrayó que eso “obliga a un esfuerzo de ahorro”, que es la diferencia entre gastos e ingresos corrientes. Nada novedoso, sabiendo que esa maniobra de ahorrar para pavimentar existía desde hace un par de décadas en nuestra provincia. Lo que sí es novedoso es que ahora se va a recurrir a una doble alcancía, porque el promedio de la década pasada de ese ahorro equivalía a una décima parte de lo que ingresaba de manera neta (11,3%). Y ahora, para el próximo año, pasará a ser la quinta parte: 20,9% de los ingresos, que pasarán a ser guardados para el paso del asfalto.
Todas las autovías, la autovías
Finalmente, expondremos a continuación los números en rojo de las dos autovías en discordia.
En la planilla de inversión de obra pública, veremos a continuación todas las obras que estarán a cargo de la empresa Caminos de las Sierras SA, cuyo paquete accionario está en manos del Estado, y quien realizará las dos obras mencionadas. Lo que está resaltado en rojo son los gastos referidos a la Autovía de Punilla, y lo que está resaltado en azul engloba a la Autovía de Paravachasca.
Para el primer tramo de la “Autovía Punilla”, que arranca desde el puente sobre el lago San Roque hasta la localidad de Molinari, se destinarían $ 6,8 mil millones para el próximo año, más otros $2,2 mil millones para el 2023, dando un total de $ 9 mil millones. Una cifra parecida a los 100 millones de dólares, que se había estimado, donde unos 75 millones son otorgados por el crédito de la Corporación Andina de Fomento (CAF) y 25 por fondos provinciales. A esto se le suma lo que dice al pié de la tabla: las “obras complementarias” en el primer tramo, que en total son 900 millones.
Pero también figura en la tabla la construcción de “Autovía RN 38”, lo cual se interpreta que es el segundo tramo, que llega a la altura de La Cumbre. Del simbólico 100 mil pesos que se darían en 2022, en el 2023 se incrementa a $11,3 mil millones. Eso da un total de más de $20,3 mil millones para toda la autovía.
La suma de los dos tramos da un gasto total en dos años de $21,2 mil millones. Si el dólar llegaría a unos 133 pesos como se especula, tendríamos alrededor de 160 millones de dólares.
Mientras que la Autovía de Paravachasca, sumando los cuatro tramos más las obras complementarias en los dos años, tenemos $6,2 mil millones o más de 46 millones de dólares, según la mencionada cotización.
Con lo cual, la suma de ambas autovías nos dan un total de $27,5 mil millones, que sería el equivalente entre 3 y 4 millones de dólares por cada kilómetro, según cómo venga la cotización. Claro, que ante una situación cambiaria como la que padecemos a nivel nacional, es solo una muestra de lo que se puede erogar de acá hasta las elecciones de marzo de 2023.
Ahora bien, de los $34 mil millones que va a manejar Caminos de las Sierras para los próximos años, se destinara para ambos proyectos de autovía un total de más de $27 mil millones. Eso es el 80% de los fondos de la empresa.
Las preocupaciones de las organizaciones vecinales y ambientales sobre las dos autovías mencionadas son muy parecidos, ya sea por desmontar áreas de alta conservación de bosque nativo, como así también atravesar distintos arroyos y otras fuentes de agua. Finalmente, sospechan que detrás de esos caminos, se desencadenaría un boom inmobiliario especulativo y una nueva alternativa para que los camiones de gran porte transporten materia prima para la venta del exterior.
Otro punto en común tiene que ver con que ambos proyectos viales tuvieron una ineficiencia técnica a la hora de confeccionar los estudios de impacto ambiental, donde la definición del paso de la traza se delineó originalmente mediante una metodología cuantitativa de comparación entre distintas alternativas posibles. Eso lo explicó su humilde servidor en la instancia de audiencia pública de uno de los proyectos viales en disputa, que se puede ver a continuación:
Lo curioso del estudio ambiental de la Autovía de Paravachasca es que terminó desechando los resultados de su metodología comparativa, porque uno de los tramos se alejaba de las zonas más pobladas y atraviesaba terrenos de gran desnivel. Pero también señalaba que “se realizó una importante modificación a la traza original”, porque “atravesaba una ladera con una gran pendiente, que conforma parte de la cuenca del Arroyo El Parral que descarga en el arroyo Los Quebrachos que es afluente del Río Anisacate de donde todas las poblaciones del sector toman el agua”. A eso se le suma que en esas laderas “se pudo determinar en el relevamiento de campo la existencia de bosque nativo muy importante”.
Y ahora, como si eso no bastara, el Gobierno anunció otra modificación a la traza, porque se propuso un camino que no tocara al ejido de La Rancherita. Por ese motivo, el miércoles pasado, la Legislatura de Córdoba aprobó un proyecto de ley (N° 33583/L/21), que declara nuevamente de utilidad pública y sujetos a expropiación los inmuebles necesarios para la ejecución de la obra “Variante Ruta provincial N°5. Tramo: Alta Gracia- Intersección Ruta S-495”.
Desde la Asamblea de Paravachasca, señala que “se produce una enorme variación presupuestaria ya que el costo actualizado ascendería a los 6.000 millones de pesos -el doble de lo presupuestado el año anterior- que por otra parte no incluiría el costo de las expropiaciones. Aproximadamente el 80% de este monto sería financiado por el estado cordobés”.
Mientras tanto, en el Valle de Punilla, en las últimas semanas se acumularon momentos de tensión en algunos pueblos, a partir de la presencia de empleados de la empresa Caminos de las Sierras SA, junto con personal policial, para inspeccionar los terrenos a expropiar para el paso de la autovía. Esto viene generando momentos de tensión vecinal, por parte de particulares y familias que rechazan perder sus viviendas. Paralelamente, distintas asambleas organizan distintos intervenciones callejeras, ya sea en la vera ruta 38 o sobre el puente del lago San Roque.
Desde el Poder Ejecutivo, esperan poder calibrar las respectivas fechas de licitación, con la expectativa de que los primeros tramos logren ser concretados para mediados de 2023, en la previa de las elecciones a gobernador, con la expectativa de obtener un triunfo electoral frente a la incertidumbre de no saber bien quién será su candidato.
Ph: Unidos por el monte.
Todos los operadores
Inaugurar los primeros tramos de esas dos autovías resulta vital no solo para mantener un triunfo del PJ cordobés, ante la cosecha de votos que tuvo Luis Juez, sino también para clarificarse así mismo si desde el aparato puede empujar, por lo menos a último momento, la construcción de una tercera alternativa nacional, a partir de un fuerte discurso separatista que emergieron desde la provincia en épocas electorales, bajo la proclama de un país menos unitario y con retenciones cero al sector agrícola. La misma que, según las asambleas serranas cordobesas, sería beneficiada por el paso vial de las autovías para el transporte de granos.
Los vasos comunicantes que tiene el gobernador Juan Schiaretti a mano para concretarlo son dos. Por un lado, su secretario de integración regional, Jorge Montoya, actualmente a cargo de mantener contacto con las provincias del centro para el avance de distintos proyectos, como el corredor bioceánico y el acueducto interprovincial desde el Río Paraná. Y por el otro, el asesor Guillermo Zeita, con relación fluida con medios de comunicación de Buenos Aires, en una suerte de intermediario entre Schiaretti, el gobernador santafecino, Omar Petotti (que no se decide si mantenerse dentro o fuera del Frente de Todxs) y del alcalde porteño Horacio Rodríguez Larreta (que no se decide cómo evitar que el resto de Juntos Por el Cambio no le marque la cancha si Patricia Bullrich logra meter adentro al sector de José Luis Espert y Javier Milei, donde éste último lo trató de “zurdo de mierda”).
Seita y Montoya. Cada uno, por su lado.
Todas las marchas
Los números del Presupuesto, privilegiando la obra pública sobre los gastos asistenciales, se enturbian más a lo ocurrido ésta semana en la ciudad de Córdoba, donde en las calles céntricas se desplegaron distintas intervenciones por el padecimiento de los barrios de la capital. Para empezar, durante dos días se realizó un acampe frente a la Casa de Gobierno, reclamando trabajo genuino y alimentos dignos para las fiestas: “La inflación absorbe cualquier aumento salarial. Sin embargo, el gobierno decide subsidiar a los empresarios y derrochar millones en campaña electoral, queriendo conformarnos con migajas mientras se destinan miles de millones en el pago de la ilegitima deuda externa al FMI”, señalaron desde un comunicado.
El día miércoles a la mañana, otro sector organizado y parte de la economía popular, se movilizó al Ministerio de Desarrollo Social de Córdoba ante la falta de respuestas en los comedores comunitarios y otros rubros: “Durante estos dos años, en los que atravesamos una pandemia y una aguda situación económica, ambiental, sanitaria, social, hemos demostrado que el trabajo que llevamos adelante día a día en nuestros barrios y en nuestros espacios de trabajo ha sido fundamental para sostener la vida de miles de familias. Los gobiernos lo saben, pero lejos de atender nuestras urgencias y reconocer nuestro trabajo, nos ningunean, nos ofrecen migajas, no nos atienden, nos dejan sin respuestas bajo la lluvia”.
Finalmente, el día viernes a la mañana, hubo corte en los principales puentes que une a la zona céntrica, para luego realizar una marcha hacia la sede de la Cámara de Supermercados, donde se llevó a cabo una olla popular, “exigiendo que se concrete una mesa conjunta con el Ministerio de Desarrollo de la Provincia de Córdoba para que las principales empresas del rubro, que han elevado exponencialmente sus ganancias en estos últimos años a costa del hambre de los y las cordobesas, se hagan cargo de la parte que les corresponde en la solución de la situación de emergencia alimentaria que vivimos”.
Ph: FOL Córdoba.
Palos
En medio de éstas expresiones callejeras, el día jueves se realizó la Marcha de la Gorra, la número 15, que es la movilización autóctona que se forjó contra los casos de abuso policial contra la juventud, y que pueden ver un registro fotográfico en el siguiente link: https://bit.ly/3kUnruQ
En sus orígenes, la Marcha de la Gorra apuntaba al Código de Faltas, cuya figuras tipificadas como el “merodeo”, con definiciones vagas, habilitaba a los uniformados a realizar detenciones arbitrarias. En los últimos años, hubo un mayor enfoque sobre los asesinatos contra jóvenes por parte de las fuerzas policiales, donde la mayoría de los mismos no logran alcanzar un avance judicial significativo.
Un dato a tener en cuenta lo aportó nuevamente el proyecto del Presupuesto 2022, a cargo de Osvaldo Giordano, que fue la variación de número de cargos públicos no financieros entre los años 2015 y 2022, como se puede ver en la siguiente filmina:
Si en el promedio total, fue de un 0,8%, en los sectores de mayor crecimiento se vivieron en el interior de los tribunales (“Justicia”: 9,8%), de los hospitales (“Salud”: 7,2%) y de las escuelas (“Docente”: 2,4%). Pero quien tiene el privilegio de tener el número más alto es en el área de seguridad, con policías y penitenciarios mediante, en un primer lugar del 11,7%.
Entre las calles y el harakiri
Si a esto le sumamos la enorme convocatoria del 17 de noviembre en Capital Federal, organizada por sectores sindicales, movimientos sociales y otros grupos para apoyar la unidad del Gobierno Nacional, todo esto ratifica lo que muchas veces no nos damos cuenta: que al resto del mundo le llama la atención la capacidad de movilización que tiene la Argentina. Quizás por esa razón, el portavoz del Fondo Monetario Internacional (FMI), Gerry Rice, dijo ante la prensa que para lograr un acuerdo en nuestro país, en referencia a saldar la escandalosa deuda contraída, “es importante que este plan cuente con un amplio apoyo político y social”. Dichas afirmaciones ponen en jaque la acotación de algunos referentes del oficialismo nacional, que declararon que para poder negarse a pagar esa deuda, reconocida como ilegítima, no se cuenta con la suficiente correlación de fuerzas.
Se dice que un economista, al recibir el premio Nobel, mencionó que existía cuatro clases de países: desarrollados, subdesarrollados, Japón y Argentina. Los dos últimos son por contraponerse en cuanto al crecimiento acelerado del primero, aún sin recursos y luego de recibir dos bombas atómicas, y el segundo por tener una proliferación de bienes comunes, pero sin llegar a tener un desarrollo sostenible.
También se señala que la cifra de la inflación mensual de Argentina (un 3%) sería el equivalente a la inflación anual de Japón. Por ende, un economista cordobés comentó esta semana que si a un argentino le dijeran que su inflación mensual pasaría a ser anual, creería que está en el mejor de los mundos. Pero si se lo plantea al revés a un japonés, que esa cifra se pasa de anual a mensual, no lo toleraría y se haría el harakiri, a pesar que sería la misma situación de la que estamos padeciendo nosostrxs.
“Pero ese japonés, ¿se haría el harakiri o saldría a las calles a manifestarse?”, le preguntaron al economista, a lo que respondió: “Yo creo que se haría el harakiri. Por una cuestión de cultura milenaria. Japón tiene altos índices de suicidio”.
En ese caso, somos más grosxs.