La calle como centro de disputa
Nuevos códigos que traen aires de años pasados y que nos costó como clase cambiarlos pero… ¿Por qué la población elige a la policía? ¿Qué otra alternativa hay?
No vengo a hablar de la ola de saqueos que hubo en la ciudad, ya bastante bombardeo mediático tuvo y pareciera que esta direccionado siempre a los mismos sectores, tampoco vengo con una mirada academicista de la realidad, vengo desde la rabia colectivizada. Una rabia que se fue construyendo con el tiempo y que también permitió deslegitimar diferentes políticas que golpeaban a nuestros barrios.
Frente a los diferentes saqueos que se vivieron en la ciudad el pasado domingo hay discursos que comenzaron a renacer y que durante los últimos meses, estos mismos discursos fueron parte de los posicionamientos para que la dirigencia política genere sus propuestas de cara a las próximas elecciones municipales de la ciudad de Rio Cuarto que se van a estar realizando el próximo año. La baja de la edad de punibilidad, la figura de merodeo, mano dura por parte de las fuerzas de seguridad, son algunos de los discursos que los medios de comunicación instalan en la población, para que así, en los ámbitos legislativos se apliquen códigos y leyes que siguen criminalizando aún más a los sectores populares. Dándole mayor fuerza a la policía, más de la que ya tienen.
Sin embargo hay un análisis que queda exentó de estos discursos y aunque es repetitivo en algunas personas de nuestros territorios las discusiones de castigo, hay códigos que se siguen respetando al pasar los años y que desde una mirada personal las personas de los sectores populares no creen en la policía como mediador o como una institución capaz de resolver un conflicto. Por conciencia histórica quizás. Lo mío es tuyo y podemos repartir lo poco que tenemos, pero si hay una falta en respetar un código de comunidad eso se resuelve de manera personal. Las personas de los sectores populares no llamamos a la policía cuando tenemos que resolver algo con unx otrx.
Entonces, lo que se evidencia con claridad es que hay una clase media-alta que necesita a la policía para cuidar sus intereses, porque si desde nuestro lugar cuidamos los nuestros en comunidad, el materialismo y la fantasía country es tan amplia que necesitan a una institución que cuiden esos intereses del poder, para deslegitimar las redes de comunidad dejando un enemigo claro que viene a romper con esa idea. El barrió.
Entonces perseguir, detener, desaparecer, torturar y asesinar es parte de una política pública. Es parte de un rol del estado para quebrantar las redes comunitarias de cuidado que vamos generando a partir de los años y que para eso, es necesario volver a aplicar códigos que faciliten las acciones represivas por parte de las instituciones.
Modificaciones en el código de convivencia.
El pasado miércoles en la legislatura de Córdoba el oficialismo aprobó la modificación del código de convivencia, esta reforma modifica los artículos 70, 122, 129 y 135 y que se da en el marco de ola de saqueos que se vivenciaron el pasado domingo.
Dentro de las modificaciones del código, en el artículo 70, se incorpora que se puede detener a una persona que tenga “Acciones atemorizantes para la ciudadanía o amenazantes para la propiedad pública o privada” y que con un discurso progresista de aplicar políticas de seguridad, quienes vivimos el código de faltas aplicado en el año 2003 y que se logró modificar gracias a la lucha que llevaron organismos de derechos humanos, familiares victimas de gatillo fácil y organizaciones e individualidades abolicionistas del sistema penitenciario y policial en el año 2016. Quienes resistimos durante esos años sabemos que hay reglamentaciones, como la que se modificó ahora, que criminalizan aún más a nuestro sector y que esas “acciones atemorizantes” es básicamente existir como identidad villera y popular. Y que permite detenciones arbitrarias remarcando el odio a la pobreza y un potente racismo generalizado por un determinado color de piel.
Los aires se repiten, el intendente Juan Manuel Llamosas, luego de los saqueos se reunió con diferentes autoridades para evaluar la situación. En la reunión estuvo presente el diputado Carlos Gutiérrez y los Jefes de la Policía de la provincia de Córdoba para aplicar medidas preventivas ante la situación que se estuvieron viviendo en la última semana. Pero no hizo parte a los referentes y referentas de los barrios para discutir la situación alarmante que están viviendo los comedores y merenderos comunitarios ante la falta de insumos, además de una crisis asfixiante que cada vez golpea con más fuerza en nuestros barrios. Frente a esta situación el intendente de la ciudad llamo a reforzar la seguridad ciudadana llevando más patrullas a las calles acompañadas por el ETER y gendarmería para calmar las aguas de desesperanza que se están viviendo en estos tiempos. Pero no reforzando la emergencia que la población está exigiendo. Pan, techo, tierra y trabajo.
Frente a esta situación en la ciudad se vieron patrullas rondando por toda la ciudad y con más presencia en los barrios populares. Como se ve en el mapa, estos son algunos de los puntos en donde hubo patrullas deteniendo arbitrariamente a personas en la vía pública con “actitud sospechosa” y que claramente deja reflejado un cercamiento represivo que años anteriores ya se ha visto. El no poder transitar el centro libremente para nuestros barrios fue una política pública que logramos desestructurar y que pareciera que estos nuevos aires están volviendo
Fuente: Vecinos y vecinas del sector.
Patrullas circulando con detenciones arbitrarias. Viernes 25 de Agosto 2023.
Cercamiento de un barrio a otro sector de la ciudad.
Recolección de un solo barrio popular, se registraron mas detenciones arbitrarias en otros sectores populares de la ciudad.
¿Qué nos queda por hacer?
Intervenir, siempre intervenir, a quienes alguna vez nos detuvieron arbitrariamente en el vía publica sabemos que siempre hubo alguien que nos tendió la mano para de algún forma poder zafar de esa detención y que se refleja como una acción política clara y contundente. Quienes nos criamos en la calle como putxs, tortas, villerxs, marikas, trabajadrxs sexuales, tumbrexs, sabemos que la calle es parte de la construcción de nuestra identidad. Ser callejera nos ha enseñado que hay códigos, convivencias y representaciones que hay que defender con una actitud blindada con fortaleza, siempre gracias a otras y otros. Y que la policía siempre estuvo interviniendo en nuestra forma de trabajar, construir comunidad y existir. Por eso hay que intervenir, porque la policía no puede hacer lo que quiere en una calle que es parte de nuestra construcción como pueblo trabajador, en una calle donde nos encontramos en la rabia, en la tristeza y en la felicidad también. Porque construirse desde ahí es entender que yo soy la calle y la calle es un nosotrxs. Por eso es importante volver a la calle también.
Volver a la comunidad, es construir fortalezas desde ahí y que hay que hacernos cargo que lo hemos perdido con el tiempo. Volver a la comunidad nos deja reflejado que no se puede ser feliz en soledad y que para ser más humanos hay que defender los pocos derechos que hemos conquistado y que claramente estas últimas políticas por parte del estado dejan en claro que pueden venir por todo, volver a la comunidad es poder encontrarse con unx otrx para generar estrategias de resistencia.
Pero también estrategias para conquistar lo que nos falta y recuperar todo lo que nos han quitado.
Estos aires que se repiten determinan que el fascismo se posiciona desde todos lados, de izquierda a derecha y que la única forma de darle brazo a torcer es volver a colectivizar la rabia. Porque transitar la vía publica con total libertad es una acción política, porque llevar nuestras identidades construidas desde lo histórico gracias a otras y otros es parte de poner en peligro una estructura vieja que se rompe cuando somos parte del cotidiano.