Don Ata, acordes de viento y camino ancestral
Texto: Nati Lamat
Foto: Mati Magnano
La música es una de las cosas que puede salvar al mundo,
porque un ser que busca y encuentra y se solaza horas y días y años y años luz,
a través de generaciones, con la belleza,
¿Qué otra cosa puede querer que un mundo mejor?
Atahualpa Yupanqui[1]
Viajero a caballo,
viene de lejos
para contar algo.
Por los caminos del indio,
pampas, selvas, montañas
vidalas, coplas y bagualas
embellecen su destino.
Alumbra en la noche con su guitarra.
Habla con el río y escucha su plegaria:
“Tú que puedes vuélvete”
a esos cerros colorados,
que tanto quieres.
Mensaje de silencio al viento
yuyito de la tierra,
como aromo
hace flores de sus penas.
Con lenta calma
el viajero pasa.
Danza su estela
en infinitas llegadas.
Sigue su peregrinaje
de misterios
que recuerdan
“la pura verdad”:
“Para cantar bagualas
no cuenta la voz,
solo se precisa
poner en la colpa todo el corazón.
No han de ser bagualas mientras haiga sol
andando y de noche
rodeao de silencio
se canta mejor.
Golpeando las piedras mi buen marchador,
como si marcara mesmo
los latidos de mi corazón,
y en los guardamontes
haciendo el tambor,
con mis lejanías,
con mis esperanzas,
si habré cantao yo.
Pa cantar bagualas
no cuenta la voz
solo se precisa
poner en la copla todo el corazón.
Lo que dentra a la cabeza
de la cabeza se va.
Lo que dentra al corazón
se queda y no se va más.
Tú quieres saber por qué?
Escúchalo bien, escúchalo bien:
Al corazón sólo dentra la pura verdad.
¡que al corazón solo dentra la pura verdad!
Cuando tengáis una pena,
cuando tengáis un dolor,
si son cosas verdaderas
llegarán al corazón.
¿Tú quieres saber por qué?
Escúchalo bien.
Que al corazón solo dentra la pura verdad,
palabrita ‘i Dios, la pura verdad.
Lo que dentra a la cabeza
de la cabeza se va.
Lo que dentra al corazón
se queda y no se va más.
La pura verdad, palabrita ‘i Dios,
la pura verdad.
Para cantar baguala
la música está demás.
Contale tu pena al viento
y el viento la cantará.
Pa cantar bagualas no cuenta la voz,
solo se precisa
poner en la copla
todo el corazón.
Golpeando las piedras
mi buen marchador
y en los guardamontes
haciendo el tambor
con mis lejanías
con mis esperanzas
si habré cantao yo,
si habré cantao yo…”[2]

[1] González Bermejo, Ernesto. Entrevista. “Con permiso viá dentrar; soy: Atahualpa Yupanqui”. Crisis, 29: 40-45. Buenos Aires (1975).
[2] Atahualpa Yupanqui. “La pura verdad”. En Milongas del Paisano. EMI (1974).