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¿Cómo funciona la narcopolítica?

Por Lea Ross

La replica austera de José Luis Espert por las redes sociales, reconociendo que recibió 200 mil dólares gracias a la ayuda del procesado por narco-lavado Federico “Fred” Machado, se convirtió involuntariamente en un material didáctico sobre cómo funciona el crimen organizado. Esto va más allá de las lecturas estético-políticas, referida a la imagen austera, en soledad, sin acompañamiento, de fondo lúgubre y muy espacioso, como alguien que fue retado y puesto a un rincón.

La confesión ocurrió a partir de las revelaciones de la prensa local sobre el suculento ingreso. Primero, el periodista Sebastian Lacunza, para eldiarioAr, expuso la imagen de una planilla tipo Excel, típico de las cuevas financieras para anotar las entradas y salidas de dinero que registraban empresas de Estados Unidos para la compra y venta de aviones, algunas con destino a transportar kilos de cocaína, y otras simplemente ficticias para ocultar las verdaderas operaciones. Luego, los periodistas Hugo Alconada Mon y Paz Rodríguez Niell accedieron a un documento del Bank of America, que computó una transferencia de la misma cantidad de dólares del 22 de enero de 2020. El detalle que publicó La Nación estipula que el pago fue aludido al avión de la discordia: N28FM, el que usó Espert para viajar en 2019 para su campaña presidencial. Para colmo, según los colegas, el camino del dinero fue pavimentado por la empresa Wright Brothers Aircraft Title Inc, una firma clave en el lavado de dinero narco.

La Luna con Gatillo accedió a las plantillas de las transferencias ilegales. Allí detectó que el 6 de enero de ese año, se pautó la transferencia de otros 625 mil dólares a una cuenta referida a “MDP Trading ref N28FM”. El “MDP Trading” es una de las tantas empresas que tiene Machado en Miami. Sería la que administra la empresa “Mina del Pueblo” en Guatemala, el proyecto al que Espert asevera que fue contratado como consultor.

Por otra parte, el “N28FM” es la matrícula del famoso Bombardier Challenger que se subió el candidato en 2019 para presentar un libro, al que luego le agradeció a su supuesto dueño. Quiere decir que, a pesar de que Espert insiste en que ese dinero fue entregado por una labor privada a posterior de las elecciones de 2019, las empresas de Machado lo tipificaron como “referencia” al uso del avión para fines electorales.

Espert y un asesor de campaña con el avión de Machado.

La mancha de Federico

En febrero de 2021, el tribunal del Distrito Este del Estado de Texas ordenó el procesamiento de ocho personas, incluyendo a Fred Machado, por narcotráfico y lavado. Para 2023, algunos de ellos ya recibieron su pena, principalmente Debbie Mercer-Erwin, dueña de Aircraft Guaranty Corporation (AGC), que se hizo cargo del registro de aviones que terminaron en vuelos clandestinos en distintos países latinoamericanos, cargando kilos de cocaína.

Su segunda empresa era Wright Brothers Aircraft Title Inc. (WBAT), para supuestamente custodiar los fondos de garantía de esas operaciones. Paralelamente, Fred Machado tenía dos empresas que trabajaban como intermediarias entre compradores externos y las firmas de Mercer-Erwin: South Aviation Inc (SAI) y Pampa Aircraft Financing (PAF).

El rol de Fred era manejar un “esquema Ponzi”. En el expediente texano, se especifica que WBAT “canalizaba dinero mediante depósitos reembolsables realizados por la compra de aeronaves que en realidad no estaban a la venta en el marco de transacciones fraudulentas”. Es decir: un prestamista le otorgaba fondos para la garantía a un comprador. El dinero se transfería a una cuenta a nombre de WBAT. Luego, se enviaba el dinero a otras cuentas designadas y que no tenía nada que ver con la adquisición del supuesto avión. Finalmente, se tomaba otro préstamo para solventar la transacción descrita. Y así se repetía el proceso piramidal. Uno de esos fondos se transfirió a una cuenta bancaria de Espert en Estados Unidos.

Machado permanece detenido en una vivienda en la provincia de Río Negro, hasta tanto la justicia local determine su extradición para que sea juzgado por estos crímenes.

A los intermediairos se les va la mano

En su video, Espert asevera que los 200 mil dólares no tenía nada que ver con la campaña, sino con su actividad privada. La empresa Minas del Pueblo le transfirió ese monto para contratarlo como asesor económico. El candidato dijo que ese trabajo se frustró por la llegada de la pandemia del 2020. Cualquier economista y abogado sabe que el cobro por antelación por brindar una asesoría no realizada, y con un monto considerablemente alto, hace flamear las banderas rojas. El servicio de consultoría o asesoría tiene el problema que sus honorarios son difíciles de tasar. Y por ende, más sencillos de funcionar como tapadera para el verdadero negocio que se esconde.

Así funcionó, por ejemplo, con el escándalo Odebrecht en Brasil y en otros países donde la constructora ganaba licitaciones de obra pública. Según las investigaciones iniciales del Lava Jato, los particulares que se presentaban como “asesores” de empresas actuaron como intermediarios en el ejercicio del cohecho, como lo exponen las infografías publicadas por el Ministerio Público Federal de Brasil, cuando creó la página web especial en 2015 por la que se difundió la información a la opinión pública.

El principal método de lavado de dinero consiste en la contratación ficticia de empresas fantasma para los operadores, con el fin de justificar el envío de dinero de los contratistas a los operadores disfrazada de honorarios. En otras palabras, los contratistas y operadores disfrazaban el pago del soborno como pago por servicios, en el caso del cartel de obra pública brasilera.

Los falsos objetivos de estas empresas de servicios eran: “prestación de servicios de consultoría para la reestructuración financiera de contratos; prestación de consultoría técnica empresarial, fiscal, laboral y de auditoría; consultoría informática para el desarrollo y creación de programas; proyectos de estructuración financiera; auditoría fiscal y laboral; estudios cuantitativos y propuestas técnicas y comerciales para la construcción de un centro comercial; y consultoría en el sector petrolero”.

En el caso de Espert, se supone que era para revisar una posible reestructuración de deuda de la empresa Minas del Pueblo SA, en Guatemala, donde Machado también hizo inversiones. En abril de 2021, el Ministerio Público Fiscal de Guatemala publicó en las redes sociales que la Fiscalía de Delitos contra el Ambiente realizó allanamientos en un inmueble de la minera, acusada de ejercer talas ilegales. En los registros fotográficos, detectaron una curiosa pista de aterrizaje.

En el expediente de Texas, se incluye un anexo aportado por otro tribunal, en este caso del distrito sur de Florida, con fecha de mayo de 2021. Allí confirmaron que las cuentas bancarias de las empresas de Machado y Mercer-Erwin “fueron vaciadas, mientras que otros activos fueron transferidos, embargados o vendidos”. Sin embargo, se descubrió que “South Aviation transfirió grandes sumas de dinero a Guatemala en relación con el esquema fraudulento”.

El espía que no se arrepintió

El caso Machado se conecta con otro vuelo misterioso ocurrido este año. El Bombardier 600 que arribó en febrero pasado, involucró a otro empresario de Miami: Leonardo Scatturice, el flamante nuevo dueño de Flybodi, sindicado como ex-empleado de la SIDE y que ahora es señalado como intermediario de los recientes encuentros carnales entre Javier Milei y Donad Trump, con la estelarización del tesorero Scott Bessent. Aquí entró en juego el asesor presidencial Barry Bennet, socio de Scatturice en otras empresas como Tactic Global, que financia la organización de la CPAC, el encuentro que reúne a los principales referentes de la nueva derecha del mundo.

La última edición de Revista Noticias estableció que “Bennett estuvo en el principio y el final de esta historia. En marzo viajó a Argentina para reunirse con Santiago Caputo, encuentro del que quedó una postal”. Aquí merece un entre paréntesis: el 6 de octubre, Milei presentará su nuevo libro La construcción del milagro en el Movistar Arena y reclutó a la agrupación Las Fuerzas del Cielo, a cargo de Snake Caputo, para garantizar una mínima presencia. “Al mes siguiente pisó por primera vez este suelo el secretario del Tesoro estadounidense Scott Bessent, que mantuvo una reunión con Milei y Luis Caputo en un momento clave, cuando se estaba negociando el nuevo préstamo de Argentina con el FMI. Todos las versiones coinciden en señalar que el espaldarazo de Bennett fue definitivo para el periplo de Bessent”, señala el periodista Juan Luis González.

Scatturice es el dueño del Bombardier Global 5000, matrícula N18RU que, en base a datos del dictamen del Ministerio Público Fiscal, arribó el 26 de febrero pasado en el aeroparque Jorge Newberry a las 8:15 horas. Allí descendió, junto a dos tripulantes, la ex-azafata Laura Belén Arrieta, co-organizadora de la CPAC. Al momento de dar la Declaración General de Vuelo, se consignó que venían desde el aeropuerto Fort Lauderdale (KFLL) de Miami y que cargaban solo cinco bolsos. Pero en base a las cámaras de vigilancia, habían desembarcado el doble y recorrieron pasillos que evitaron el escaneo y la revisión. Y en los mensajes de Whatsapp de los pilotos, el despegue, en realidad, se habría realizado en Opa-locka (KOFF), otro aeropuerto de Florida cuyas pistas están más reservadas para vuelos privados. Posteriormente, se confirmó que quien los ayudó a esquivar esas revisiones fue Silvana Abalsamo de Silva, vicejefa de la Aduana en Aeroparque.

Miami Vice

Todo esto pone en jaque el mito que nada turbio puede salir de los aeropuertos estadounidenses. Un informe elaborado por William Acosta y Jesús Romero, para el Instituto de Inteligencia Estratégica de Miami (MSI2), establecen que “el N18RU ya había estado bajo escrutinio debido a su historial. Actualmente está registrado bajo TVPX Aircraft Solutions Inc Trustee, una empresa con sede en North Salt Lake, Utah”. Los autores especifican que TVPX es una “empresa fiduciaria de aviones” que “se especializa en mantener registros de aeronaves en nombre de propietarios extranjeros, permitiéndoles operar bajo diversas jurisdicciones mientras cumplen con las regulaciones”. Esa naturaleza jurídica es la misma que AGC.

Concluyen: “Mientras los interesados continúan exigiendo rendición de cuentas y transparencia, las investigaciones en curso sobre Scatturice, Arrieta y sus asociados subrayan las complejidades de la geopolítica moderna y la urgente necesidad de reformar los mecanismos de supervisión. El recorrido de estos individuos sirve como un recordatorio de las posibles consecuencias de las líneas difusas entre negocios, política y legalidad en un mundo cada vez más interconectado”.

Por último, una crónica escrita por Ayelén Oliva, para el portal Nueva Sociedad, sostiene que no es casual que el neoyorquino inmobiliario Trump había decidido “cambiar su residencia de la sofisticada Manhattan a la tumultuosa Florida”. Al pasar a la política, su reconocida mansión de Mar-a-Lago, “ubicada entre el lago Worth y el océano Atlántico, tiene más peso político en el plano ideológico que Washington”. Citando al analista Juan Gabriel Tokatlian, Florida, donde está ubicada Miami, “se ha convertido en una especie de panteón de la ultraderecha latinoamericana”. Es decir, en un ámbito propicio para la “transnacionalización de las ultraderechas”. Y para eso, persisten la largada de vuelos internacionales, que a la vez inquietan incluso a los propios especialistas mayameros.