“Para quienes somos pequeñes adaptarnos a estas nuevas estructuras online cuesta mucho”
Septima entrega de “Desde el Confinamiento” . Librerxs Independientes. Con Karina Downie, de la Librería Ritualitos. ¿Cómo afronta es editar, vender, distribuir libros en tiempos de pandemia?¿Cómi se compite frente a las grande estructuras online donde la humanidad, la información y la atención personalizada dejan de estar en juego?
Por Facundo Sinatra Soukoyan
Pensar en el intercambio y la relación social mas allá del hecho comercial que puede ser la compra-venta de un libro, es pensar en la bibliodiversidad que proponen las librerías independientes. En esta charla con Karina Downie de Librería Ritualitos, vamos a preguntarnos como afecta el contexto de confinamiento a esta apuesta político-cultural, cuales son sus posibilidades y limitantes, cuales los proyectos colectivos que surgieron y cuales vendrán.
Queríamos conversar con vos como librera y también conversar de las editoriales independientes ya que conoces muchos compañerxs que están en el asunto. En primer lugar me gustaría que nos cuentes como estas atravesando la cuarentena, ya pasados largos 100 días, como librera, que nos cuentes como está la vida de Ritualitos, la librería en la que te desarrollas.
La verdad que está difícil como para la mayoría de los argentinos y las argentinas, y para todo el mundo. Es una situación inédita y complicada. Nosotres desde la librería estamos en principio tratando de trabajar modificando la estructura, modificando las maneras, las formas. La verdad es que nos cuesta mucho. Para quienes somos pequeñes, independientes, adaptarnos a estas nuevas estructuras donde todo es on-line, donde no hay eventos. Una de las características, o de las cosas que nos caracterizan es la de participar de muchos eventos y muchas movidas culturales y demás, que en este momento están completamente inhabilitadas. Entonces no solo desde lo laboral, desde lo económico, sino también desde la vinculación con quienes trabajamos, con docentes, con familias, con emprendimientos y demás, nos modifico la estructura de trabajo y la estructura de vida, como creo que a la mayoría.
Desde lo laboral, hay que pensar otras estructuras. Un tiempo puedo estar abierta, otro tiempo no, de todas maneras el publico que pueda acercarse a la librería es un publico de familias por lo tanto tampoco es que la apertura en el momento en que pudimos abrir significo demasiado en cuanto a visitas. Y después acomodarse a una forma de trabajo que es exclusivamente on-line, eso implica no solo un trabajo extra, sino también una modificación de la estructura de trabajo y de las ganancias incluso, porque todos los sistemas de facturación, las plataformas on-line, las páginas, los sistemas de cobro, las tarjetas, todo son comisiones que van sacándonos margenes de la ya de por si poca ganancia, margen de ganancia que las librerías tenemos respecto del PVP, que es el precio de venta al publico de un libro. Entonces implica no solo un movimiento en la estructura laboral, sino también una perdida de trabajo no solo desde que por supuesto hay una crisis muy importante y vendemos mucho menos, sino que eso poco que vendemos ademas nos significa económicamente mucha menos plata. Por lo tanto es complejo en muchos aspectos.
Así y todo, estamos en carrera, intentamos seguir trabajando, acomodándonos, intentando tener una pagina que nos cuesta un montón mantener activa y on-line, pero bueno, respondiendo mensajes por todos lados, por todas las plataformas. Es un poco esquizo a veces, pero de alguna manera al menos podemos trabajar y eso es algo que no la mayoría de los argentinos y argentinas en este momento estan pudiendo hacer, lo cual es bastante
Contanos un poco, metiéndonos en la cocina de la librería, para quienes no participamos de una pero si somos consumidores de libros y mas una librería como Ritualitos, que es un ejemplo de aquellas que ponen el cuerpo en el sentido en que la gente que entra se queda un rato largo en el espacio…
Como te reconfiguraste, que cosas tuviste que aprender sobre la marcha rápidamente porque no quedó otra opción.
Eso en principio fue bastante fuerte, al menos yo lo sentía desde un lugar emocional si se quiere. Una de las primeras cosas que me pasaba, charlando con amigues, libreres y editores, es que alguien se acerca a preguntarnos por un libro, “un libro para, un libro así o necesito hacer un regalo para”… y una mas o menos tantea, ofrece alternativas y hay algo de lo no literal, de lo no textual que sucede en ese intercambio, que tiene que ver con un montón de cosas que no son palpables por intermedio de una pantalla. Por lo general nos llegan mensajes de texto que entran por cualquier plataforma, por Instagram, por Facebook, por mail, por wasap. Primero empezar a entender esas tecnologías, que la verdad mucho no… de hecho abrimos una cuenta de Instagram porque pasaba todo por ahí parecía, y bueno de hecho si, sucede bastante por esa plataforma. Pero el hecho de la manera en la que un lectore agarra un libro, lo toca, la cara que pone, la espiritualidad, la forma de agarrar un libro, hacia donde va cuando entra a la librería, hacia donde se orienta, son un montón de cosas que suceden. O en una feria o en un encuentro, son un montón de cosas que suceden que en la virtualidad eso es imposible, y la verdad que a mi me desestabiliza bastante eso, necesito el contacto con la otra persona, ver que emoción le genera cuando agarra un libro, cuando toca un libro, es para mi básico de la comunicación en mi función. Alguien llega y yo lo primero que hago es ofrecerte un mate, ese tipo de cosas. Me he hecho un montón de amigos, amigas y amigues de esa manera, chalando de libros. Entonces eso es algo que la verdad me genera una incomodidad bastante grande en este momento.
En este sentido me parece interesante preguntarte, ya que escuchaba a un compañero y amigo tuyo, Leo de editorial Madreselva, que comentaba que ellos siguen apostando como editores al libro impreso, pero que también notaban que la gente lo pide, de alguna forma este giro digital que se venia pensado hace un tiempo del libro y que uno hubiera pensado que en un momento así se hubiera acelerado, no fue tal. De alguna forma este contacto, aunque sea con el papel sigue estando. ¿Como lo ves vos?
-Pasan varias cosas. Hay un informe bastante interesante que hizo una compañera hace un tiempo, para el pedido que estamos armando desde Librerias Independientes, para algún tipo de beneficio respecto de los envíos de libros por Correo Argentino. Hay dos informes muy interesantes, uno que hizo Alejandro Dujovne y el otro que hizo Daniela Szpilbarg que lo hizo específicamente sobre editoriales y sobre la situación de las editoriales. El de Dujovne lo hizo al mundo editorial, imprentas, librerías y editoriales. Uno de los datos súper interesantes es que las editoriales, la estructura necesaria para trabajar, o para poder ofrecer libros en e-book o libros digitales, la mayoría de las editoriales no lo tienen, lo tienen las grandes editoriales, las grandes cadenas editoriales, las editoriales independientes no lo tienen. Como la mayoría de las librerías no teníamos una pagina web o al menos no la usábamos, no era nuestro canal de ventas. Para las editoriales pasa lo mismo. El informe hablaba de un 7% del catalogo que está pasado a digital, y hablaba que habían representado en ventas el mes de marzo el 0.3%, las editoriales que habían participado de la encuesta, que eran en su mayoría editoriales independientes, el porcentaje de ventas era del 0.3% y la mayoría no tenia ni el 5% de su catalogo disponible en plataformas digitales. Por lo tanto no solo desde el lector, lectora, lectore, hay un interés por el libro impreso, porque eso es algo que quienes leemos nos cuesta un montón leer por pantalla, sino que a su ves tampoco está la estructura editorial, al menos en nuestro país por ahora, preparada para ese paso.
Nos hemos cruzado hacia el principio de todo este confinamiento, y charlabamos sobre Ritualitos, elegir tenerla en Liniers, buscando abrir otros horizontes a los margenes de la centralidad porteña, y que esto también tiene sus costos, sus simbronazos y más en estos momentos. Me pareció muy interesante que me habías comentado la intención de redactar, no se si decirle proyecto de ley, o una carta entre diferentes libreres y librerías pensando colectivamente un subsidio, una ayuda. Nos podemos contar contar un poco en que quedó todo esto pensando en la organización colectiva que creo que es muy interesante.
Pasaron varias cosas. Una de las consignas al menos de quienes trabajamos de manera independiente y quienes tenemos una librería, o trabajamos en el mundo del libro, por amor al libro, si bien ya lo veníamos trabajando con muchas editoriales o con algunas librerias, habían articulaciones previas, algunas instancias colectivas de trabajo, pero la verdad que las librerías y sobre todo las librerías independientes no lo tenían. Y eso es algo que a pesar de y por suerte, con la pandemia hemos logrado organizarnos un poco. Abrimos una convocatoria entre algunas librerías amigas y empezamos a sumarnos y ya somos casi alrededor de 70 librerías de todo el país que estamos organizándonos en principio a través de un grupo de wasap pero con la idea firme y clara de organizarnos a nivel a nacional en alguna suerte de asociación o de entidad que nos represente, que nos representemos a nosotros mismos, pero que tenga alguna implicancia, alguna figura jurídica legal que nos permita ser interlocutores ante el Estado, ante privados, ante quien fuera.
Por lo general están las cámaras, la cámara argentina del libro, la CAPLA, la sociedad argentina de escritores, las editoriales tienen su representación, las librerías no tienen su representación. Algunas participan de alguna de las cámaras pero la gran gran mayoría no la tiene, y eso también es un dato que surge del informe de Alejandro Dujovne. No solo la concentración de editoriales y librerías en CABA que es casi del 80% de las librerías y editoriales del país, están en CABA y Gran Buenos Aires, es un dato tremendo, sino que ademas las librerías no están asociadas o agrupadas en ninguna entidad. A partir de eso empiezan a surgir problemáticas que empezamos analizar de como gestionarlas. Una de ellas, aunque son varias, pero una de ellas que es al menos en la que yo tengo mas trabajo personal hecho junto con otros compañeros y compañeras, es el tema de plantearnos la necesidad, sobre todo cuando hablamos de la concentración de editoriales y librerías en capital, la necesidad de la federalización del acceso a la cultura. Creemos que eso es un derecho que el Estado y que este Estado debiera trabajar o tener en cuenta. Armamos un informe, un documento, un petitorio.Todavía estamos ahí en gestiones a ver como y ante que entidad se presenta, pero la idea es universalizar, al menos federalizar el envío de libros a todo el país. Si para mi, que estoy en la periferia de la capital me cuesta muchas veces conseguir algunos títulos, que las editoriales me envíen los títulos, por lo general los tengo que comprar en firme, irlos a buscar, a las librerías del interior eso les resulta imposible, entonces terminan comprando en una sola editorial, por lo general grande, porque es la que le garantiza poder venderlos después. También ayuda mucho a la elección propia, de cada librere de las condiciones, de las características de su entorno, de su comunidad, poder garantizar de alguna manera la bibliodiversidad. Sino termina siendo que se compra a las grandes editoriales porque son las que pueden mandar un envío un poco mas barato y sobre todo por eso, porque los envíos, cuanto mas grande es el paquete, mas barato sale. Un envío de 10 libros sale muchísimo mas caro que un envío de 100, entonces la libreria del interior le queda muy poca alternativa de elección respecto de que materiales trabajar.
Me voy un poco de mi libreto, porque comentaste algo que había leído en un texto en conjunto que ustedes sacaron con otras editoriales, por una situación puntual con el Grupo Planeta, y es que me parece maravilloso el concepto de bibliodiversidad,, Me gustaría que nos cuentes un poco de que se trata esto, porque es un resumen de todo lo que venias diciendo, la concentración, con el interior perjudicado por el tema de los envíos. De alguna forma se elitisa aun más el que puede conseguir determinado libro en el interior y se sigue concentrando en la centralidad porteña todo. ¿De que se trata la bibliodiversidad?
La bibliodiversidad es un concepto bastante amplio que yo tampoco lo tengo bastante claro pero que también me encanta, que tiene que ver con garantizar la amplitud de voces, con que podamos tener acceso a todas las voces. Algunas nos van a gustar, muchas no, pero el derecho a que esas voces sean escuchadas y el derecho a que esas letras, esos libros, lleguen a todo el país, la bibliodiversidad habla de eso, de una diversidad textual, bibliográfica, en donde las librerías, las bibliotecas incluso, muchas veces tienen lo que llega, sobre todo en el interior. En el interior eso es muy palpable. Los años que hice, amo hacer ferias en el interior, me encanta, y me apabulla siempre la misma situación, que llegas y decís “pero esto acá no llega jamas” y de repente no es una novedad que acaba de salir de un escritore novel, no, por lo general son cosas que en capital nosotros vemos un montón, tenemos acceso y en el interior eso no sucede. Entonces me parece que tomar el concepto de bibliodiversidad y de federalización del acceso a la cultura, creo que es un derecho que todas las argentinas y argentinos tendríamos que tener y que no se está pensando desde el Estado. Las compras a las editoriales existen, es cierto que se empezaron a hacer compras, que el plan que se hizo con la Conabip para incluir a editoriales independientes está muy bien, pero eso no termina tampoco de garantizarlo porque son los y las bibliotecarias quienes hacen las compras que ellas y ellos consideran, lo cual me parece genial, pero el lector que va a una librería no tiene ese mismo acceso. Y hablando también con libreras y libreros del interior en ese intercambio que estamos teniendo, ese es un problema enorme que tienen realmente, no pueden decidir, no hay una libertad de elección respecto de que materiales trabajar si el envío de los libros de alguna manera no se garantiza desde una instancia estatal. Es muy caro el costo del envío. Estamos hablando que la tarifa mínima básica es de casi 300 pesos, por un libro.
Alrededor de abril surgió una propuesta de una conjunción de diferentes librerías y editoriales, que se llamó “salvase quien lea”, me pareció interesante, novedosa y muchos amigos y amigas aprovecharon esa oportunidad para bucear inclusive en textos que no hubieran comprado sino fuera por esta iniciativa. Contanos como les fue y si piensan hacer otras de este estilo.
-La iniciativa fue de Editoriales independientes y librerías. Fue en forma conjunta, “sálvese quien lea”, es una forma de decir que del neoliberalismo nos salvamos, nos curamos entre todos, y la verdad que son esas instancias colectivas que surgen capaz, a través de un momento muy difícil como es este, pero que nos sirve para que la lectora, el lector el lectore tenga acceso a catálogos que de otra manera desconocía, sino también porque eso nos potencia, nos potencia entre todes. La verdad que la experiencia fue muy buena, fue en un momento muy difícil. Después termina pasando lo que pasa como siempre, a veces en instancias colectivas que no son tan colectivas, entonces hay algunas compañeras y compañeros que terminan muy sobrecargados de actividad y de tareas.
Se está pensando de alguna manera en hacer una segunda instancia, aunque está muy difícil. El paso del tiempo a todes nos agota, a todes se nos empiezan a acabar las ganas, y no solo las ganas, son proyectos que están buenísimos que funcionan muy bien, pero que llevan un montón de trabajo y todas, todos y todes en este momento estamos cada vez más agotades y con menos posibilidades de encarar acciones concretas. Igual se está hablando, se está debatiendo y viendo a ver de que manera.
Hay una instancia que surge ahora que es la FEB, que es en agosto y que tiene una estructura muy similar, un poco mas compleja capaz para las librerías y editoriales, pero que tiene también una instancia muy similar acerca de juntarse. Probablemente sea calculo después de la FEB, si esto se sigue estirando, habrá una segunda instancia del sálvese quien lea. Estamos en una instancia de análisis de que fue lo que pasó. Tampoco tiene el sentido de que haya sido algo netamente comercial, sino que también se está analizando como fue, como nos sentimos, que pasó, cuales fueron las repercusiones, las consecuencias, haciendo un análisis también del proyecto en si. También está bueno hacer una evaluación de lo sucedido para ver que medidas o de que otra manera se puede seguir.
Un placer charlar con vos…
Gracias a ustedes, y la idea es que nos cuidemos…. La verdad que pese a todo valoramos un montón la vida y creemos que es un momento en donde nos tenemos que cuidar, y nos tenemos que cuidar entre nosotres y una forma de cuidarnos es apoyar y sostener los emprendimientos y las instancias colectivas que supimos construir.
Podes escuchar la entrevista completa en: www.radioconaguante.com.ar/podcast-dec
“Desde el confinamiento” nace como un podcast radial emitido por Radio con Aguante entre mayo y julio de 2020, con la intención de intercambiar opiniones, saberes y pareceres en tiempos de pandemia y donde nuestros cuerpos no pueden encontrarse. Luego de 10 capítulos dimos por finalizada la experiencia radial que pronto se convirtió en intención y necesidad de volcar aquellas entrevistas a palabra escrita como memoria de un tiempo de confinamiento pensado desde diferentes disciplinas y desde la experiencia directa de sus protagonistas.
(Entrevista realizada en julio de 2020)