Panic y show
Por Lea Ross
La principal propuesta de campaña de Javier Milei se ha hecho trizas, como lo haría una motosierra frente a un trozo de telgopor. El plan dolarización se esfumó con la renuncia de Emilio Ocampo para ejercer la presidencia del Banco Central. Se trata del asesor que escribió un libro-ladrillo sobre cómo se podía reemplazar todos los activos en pesos argentinos para ser canjeados por la moneda estadounidense. Ocampo decidió no acompañar al electo presidente, al enterarse que Luis “Toto” Caputo sería el electo ministro de Economía.
Timberos versus ruleteros
La transición más patológica que está viviendo nuestro país tiene que ver con los rugidos y rasguños entre dirigentes de La Libertad Avanza y el ala halcón del PRO. Javier Milei comanda la tropa dolarizadora, armada hasta los dientes con motosierras, para enfrentarse a la casta de los timberos macri-boys, que exigen parte de su tajada por haberles otorgado prácticamente el 100% de los votos de Patricia Bullrich para ganar el balotaje, tal como lo exponen los cómputos del escrutinio provisorio. Los casi 6,6 millones de votos que juntó el gatito mimoso en el balotaje se acerca a los casi 6,3 millones que juntó la ex-ministra de Seguridad, con ayuda de los radichetas del Malbec, en referencia a las bases de la Unión Cívica Radical comandadas sobretodo desde Mendoza, de la mano de Alfredo Cornejo.
Ambos coinciden que la primera medida a tomar es desinflar la bola de nieve de deuda que están generando las Leliq, que son los títulos de deuda que le ofrece el Banco Central a los bancos, que por sus tasas onerosas y plazos cortos se convirtió en una burbuja, que termina generando impresión de billetes para pagarlos y empujando más la inflación. El modo de desactivar esa bomba es técnico, pero también ideológico. No es lo mismo ofrecer un canje de deuda, que sea más pagable para el Estado (desinflar el globo), que directamente ponerlo como garantía en el extranjero junto con los depósitos de los ahorristas y todo lo que este hecho con pesos argentinos (dejar que el globo vuele) para así sacarte todo lo que sea regido con la moneda local y cambiarlo así con dólares.
Capitán Caputo
El rol que tuvo Toto Caputo en la actual recesión económica que vive el país desde 2018 hasta hoy, lo explicó magistralmente el propio electo presidente hace apenas tres meses atrás.
Luis Caputo fue secretario y ascendido a ministro de finanzas de Macri, luego de que fue echado Alfonso Prat Gay luego de durar un año de gestión. Caputo fue quien se encargó de aceptar la deuda de los fondos buitre y de emitir los famosos bonos a 100 años. Ante el creciente endeudamiento, y la sequía de lluvia de inversiones para fines productivos, se intervino el Banco Central en el 28D, bajo el mando de Caputo. Como la fuga de capitales continuó, aún con la llegada de aportes de BlackRock y Templeton (cuyos billetes también se fugaron), en mayo de 2018 se contrajo el préstamo de U$S 45.000 millones del FMI (que también se fugaron). Caputo solo duró cinco meses en el Banco Central y se ordenó que renunciara. Macri lo había considerado como el “mago de las finanzas”. Nada por aquí, nada por allá.
Un mes antes del 28D, el “Toto” Caputo tuvo que dar la cara en el Congreso durante tres horas, por el escándalo internacional de los Paradise Papers, que expuso no solo que tenía empresas offshore no declaradas, sino que a la vez esas firmas eran dueñas de otras empresas que eran tenedores de bonos argentinos colocados por él mismo Caputo, como por ejemplo, la de los 100 años. En ese tiempo, su humilde servidor había revelado que el día después de que el Consorcio de Periodistas de Investigación (ICIJ) expusiera esos documentos, ocurrido el día 5 de noviembre de 2017, un día después -el 6 de noviembre de 2017-, su primo Nicolás Caputo, empresario constructor y “hermano del alma” de Mauricio Macri, creó otra sociedad offshore en Miami, con el nombre de BOCA 36 LLC, en referencia al club que ahora el hijo de Franco Macri pretende recuperarlo, en disputa contra Román Riquelme.
Esto abre la sospecha de alguna maniobra intrafamiliar, decidida a último momento, como consecuencia del destape de los Paradise Papers, para que Nicky ayude a su familiar ministro a transferir algún patrimonio secreto. Incluso, parte de las sociedades que lo involucran a Toto tienen sus registros oficiales en Florida, el mismo distrito donde Nicolás registró las suyas. En su defensa, cuando fue consultado por periodistas, el mago de las finanzas dijo que una de las firmas era “un fondo de inversión para friends and family [familia y amigos]”.
La razón de por qué entonces los mercados financieros no explotaron en estas jornadas, fue porque el Toto es parte del escuadrón de Macri que pone un freno a la vorágine de Milei de dolarizar todo. Colegas que están atentos a lo que piensan los banqueros, señalan que en estos momentos, el electo ministro ya avisó que en su gestión no se va a eliminar el peso argentino, y tampoco desaparecerá el Banco Central. En el circo, es más seguro mantener el león encerrado.
Milei al gobierno, cordobesistas al poder
Se comenta que el gabinete del nuevo gobierno parece un fernet con coca 70-30. El 70% son de Cambiemos; el 30% son del Cordobesismo. Parece un chiste si no fuera por el hecho que el que salió 1ro. en una elección para gobernar, termina aceptando que gobiernen quienes salieron 3ro. y 4to.
Al momento de escribir esto, ya serían cinco funcionarios del gobernador Juan Schiaretti que se sumarían al gabinete de Javier Milei. Estos serían, por orden cronológico de aparición de información:
1) Franco Mogetta, actual secretario provincial de transporte, que ahora pasaría a su cargo homónimo nacional;
2) Osvaldo Giordano, ministro de finanzas de Córdoba, que ya está confirmado que será el director del ANSES;
3) Fabián López, ministro de servicios públicos, que está siendo tanteado para ocupar un cargo ligado a Energía;
4) Daniel Tillard acaba de renunciar como presidente del Banco de Córdoba. Estaría por tener un cargo en el directorio del Banco Nación;
5) Se menciona que el ministro provincial de Ciencia y Tecnología, Pablo de Chiara, tenga algún puesto ligado a la economía del Conocimiento.
Notesé que Mogetta y López tendrían sus oficinas con papeles que estarían ligados a la distribución de subsidios de los colectivos y la electricidad. En su rechazo a la centralidad porteña y del AMBA, Schiaretti se ha mostrado como un denunciador serial sobre cómo esos gastos públicos solo achican las tarifas para quienes vivien en Recoleta y no en el barrio Alberdi de Córdoba. Si le sumamos el caso judicial que tiene la provincia contra Nación por el no envío de fondos para oxigenar la Caja de Jubilaciones, quiere decir que el pragmatismo del “Gringo” logró una mínima ocupación en el Estado nacional, para garantizar la gobernabilidad a su sucesor Martín Llaryora, y con eso propulsarse a ser candidato a presidente para 2027.
Si le sumamos la foto que se sacó su compañero de fórmula presidencial, Florencio Randazzo, con el hijo del genocida Antonio Bussi, se confirmaría el pacto entre el cordobesista y el minarquista para operar el Congreso de la Nación a favor de La Libertad Avanza, y nutrirse entre ellos para prosperar como fuerzas políticas a escala nacional, aún con el costo que implicaría la legitimidad de expresiones fascistas de arriba a abajo.
No me peguen, soy Giordano
Osvaldo Giordano es uno de los tres ministros provinciales que mantiene relaciones muy fluidas con el gobernador Schiaretti. Eso se le nota cuando realiza manifestaciones en contra de todo aquel que hable mal de las finanzas de Córdoba. Ocurrió hace unos meses atrás, antes de las elecciones de las PASO, cuando se enojó contra Cristina Fernández de Kirchner, al realizar un discurso que incluyó gráficos sobre la deuda provincial externa que tiene la provincia del fernet con coca, donde subió durante el mandato de Mauricio Macri y que casi toda está valuada en moneda extranjera.
“No sabe nada de Córdoba”, respondió el cordobesista-mileísta. Pero resulta que los números fueron extraídos de una serie de informes del Observatorio de Trabajo, Economía y Sociedad (OTES), un colectivo de jóvenes economistas cordobeses.
Por eso, desde La Luna con Gatillo, en el presente portal, encontrarán una entrevista audiovisual a Ignacio Juncos, integrante de OTES, para profundizar ese tema de la deuda en Córdoba más el caso de la Caja de Jubilaciones, que también estuvo bajo la administración del ahora próspero funcionario de Milei.
Macri, Milei y Schiaretti: a todo gas
El miércoles 11 de enero de 2017, el presidente Mauricio Macri estaba en la ciudad cordobesa de La Calera, junto con Juan Schiaretti. Estaban inaugurando uno de los trabajos de los extensos gasoductos troncales, considerados por la gestión saliente como una de las mejores en materia de obra pública, la misma que el líder de La Libertad Avanza pretende eliminar. Lo que se hizo, en realidad, fue presentar la concreción de una planta reguladora de presión. Allí estaban los obreros, portando los casos del logo de la constructora Odebrecht.
El sistema de gasoductos se habían anunciado por primera vez en el primer mandato de Schiaretti (2007-2011), pero se cancelaron por el corte de crédito y por el inicio del escándalo de Petrobras en Brasil, que luego pasó a ser llamado el Lava Jato. Según había calculado el portal Striptease del Poder, en relación con el precio, la anterior obra contemplaba unos U$S 145.000 por kilómetro. Mientras que la ya concluída, que incluye el tendido de una red óptica, es por U$S 350.000 / km. El Banco Mundial tiene el índice “Rule of Thumb”, con el cual estima que el costo medio de un gasoducto es de “entre 15 y 30 dólares/metro pulgada, dependiendo de las condiciones del terreno”. Con las actualizaciones de ese entonces podía llegar a los 35 dólares el metro pulgada promedio. En el caso de Córdoba, los nuevos gasoductos troncales tuvieron un costo mínimo de 52 dólares el metro pulgada, y hasta 80 dólares en algunos tramos.
Odebrecht, que se quedó con seis de esos diez gasoductos, habia recibió financiamiento de las arcas públicas para poder trabajar, cuando debería haberlo hecho desde sus propios depósitos. Eso fue porque el 13 de septiembre de 2016, el gobernador cordobés firmó el decreto 1250/16, donde se le aceptó a Odebrecht una “Carta de Financiamiento proponiendo la emisión de un título de deuda pública de 260 millones de dólares para costear la obra”. Con lo cual, se autorizó la emisión de un título de deuda pública por 260 millones de dólares a pagar en 10 años, con una tasa del 7,5% para financiar sus proyectos en Córdoba. Los fondos salieron de la liquidación de activos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES, oficina que ahora lo ejercerá Osvaldo Giordano. Y en ese entonces, quien dio su firma para habilitar eso fue el secretario de finanzas de Macri: Luis “Toto” Caputo, el ministro de Economía de Javier Milei, ahora el gatito mimoso de la casta.