Vivir en Polonia
Es muy difícil ser una república independiente en un mundo globalizado. Las mentiras del dictador UMilei tienen patas largas y formas sutiles de tortura psicoeconómicas. Les jipis analizan la posibilidad de migrar a china a atender supermercados.
“No estás deprimido, estás distraído,
Distraído de la vida que te puebla.
Distraído de la vida que te rodea:
delfines, bosques, mares, montañas, ríos.
No caigas en lo que cayó tu hermano,
que sufre por un ser humano cuando en el mundo
hay 6000 millones”.
Facundo Cabral
“El gran riesgo del mundo actual con sus múltiple y abrumadora oferta de consumo es una tristeza individualista que brota del corazón cómodo y avaro de la búsqeuda enfermiza de placeres superficiales, de la conciencia aislada. Cuando la vida interior se clausura en los propios interees. ya no hay espacio para los demás. Ya no entran los pobres, ya no se escucha la voz de Dios,. Ya no se goza la dulce alegría de su amor. Ya no palpita el entusiasmo por hacer el bien”.
Don Papa Francisco citado por Rebord
“Que me importan las ballenas.
Que me importan los pingüinos.
Yo quiero un ejército de locos
que saque de la tumba”.
Las Manos de Filippi
Por Tomás Astelarra Ilustración @fuskavisual
En el bar del Mario se junta un notable concilio de economistas. No definidos como charlatanes que hablan de Mercados y Estadísticas, sino como “administradoras del hogar”. O en el mejor de los casos “cuidadoras de la Casa Común”. O, en el peor de los casos, si tal categorización es factible en estos tiempos de pachakuti: simples jipis que tratan de supervivir en un estado de precariedad técnica permanente.
En ambos casos las perspectivas socioeconómicas difieren mucho de los comandos centrales del entretenimiento y la angustia generalizada. Eso no quiere decir que no se vean influidas por dichas emanaciones. La ilusión de una república independiente y autogestiva, la dichosa bioregión de Polonia, parece descascararse en una lógica intrínseca al cruce entre la inteligencia artificial y emocional. En el chino del pueblo las caras de orto son evidentes. Cualquiera cambiaría la posibilidad de comprar dólares o las felicitaciones del staff del FMI por un subsidio a la milanga de pollo o los sanguches de miga. Para el queso de rayar ya no alcanzan los márgenes de ganancia, el salario social depreciado o las constantes búsqueda de prestadores de última instancia, cada vez más escasos. Quizás es hora de exigir que el tranza de Mercado Pago eleve el techo de endeudamiento, ya que al final es como uno más de la familia. Y a principios de mes se lleva mucho más vuelto que les niñes y sus golosinas.
Algunas de las inquietudes que discute esta mesa de notables, mientras el Mario se queja porque compartir una cerveza entre quince no parece ser una buena estrategia para cubrir los costos del bar:¿Cómo afecta la suba de la tasa de interés? ¿Ahora hay que cambiar dólares en las cuevas, los arbolitos, el banco nación o el sobrinito que sabe de criptomonedas y esas cosas? ¿Cuales son las posibles formas de bicicleta financiera en el campo popular?¿Tenemos bicicleta, hay que arreglarla, cuanto sale? ¿Cuales son las posibilidades de importar bolsas de cemente y hierro del ocho de Bolivia? ¿Sopaipillas y mote con huesillo de Chile?¿Tereré y faso del Paraguay?¿Es posible irse a vivir a Uruguay?¿Aumentará el precio de las garrafas, los celulares y las motos rotas y usadas? ¿Es mejor quedarse sin luz, sin garrafa o andar a pata? ¿Hay alguna posibilidad de que los chetos larguen unos manguitos o hacer un saqueo de arroz yamani y aceite de oliva? ¿Todavía quedan supermercadistas en China o hay alguna posibilidad de hacer algún intercambio de reciprocidad popular con ese país que aparenta ser la nueva meca de la civilización occidental?
-Y por favor no me vengas con que en los barrios la están pasando peor Norma. En la pandemia nos chupo un huevo y cada vez que hay un incendio o una inundación andamos haciendo colectas para mandar víveres. Además la nafta ta re cara y a esta altura hay que ser medio boludo para seguir viviendo en la ciudades- advierte Suipacha K,.
-Además, no se que pasó, pero parece que la resiliencia, el loatamo con alambre, el malabarismo técnico lumpencachivache, el volver a las huertas, la salida es comunitaria, y la alegre rebeldía, se fueran todas juntas de viaje a Brasil. Y dicen que no quieren volver. Que allá está todo más barato y con dos o tres changuitas online o vendiendo pulseritas te la arreglás. Antes se podía laburar en Europa y Buenos Aires y vivir en el Valle. Ahora parece que la onda es mudarse a Bolivia y vivir en pesos argentinos-agrega el Jipi M.
-Si, si-coincide el chico P-no me vengas con mala onda. Hay que crear nuestra propia realidad, buscar en nuestro interior visiones positivas, como dicen los astrólogos, los chamanes jipis y el Toto Caputo.
La Norma mira con desprecio, no sabiendo si está frente a una ironía o un boludeo, o ambas cosas a la vez. Después de darle un chupazo a la petaca de alcohol de farmacia (costumbre que adquirió en un viaje de articulación campesina a Bolivia), advierte:
-Io la verdá no me voy a quejar porque alguien ande acomodando las estadísticas o las estadísticas no se acomoden a nuestra realidad. Porque de hecho hoy ni siquiera los políticos, que siguen las estadísticas y otras encuestas, se ajustan a nuestra realidad. Pero si este es un gobierno tan pro empresario: ¿Por qué el Toto no muestra las ganancias extraordinarias de las grandes empresas?
-¡Tenés razón!-se entusiama el economista jipi- ¡Ese si es un dato que está creciendo en dólares y en pesos de forma exponencial! ¡Ahí tenés el futuro, la esperanza! Mirate esta encuesta: Según el último Informe de Negocios Internacionales de Grant Thornton, en el primer trimestre de 2025, el 75% de los empresarios de Argentina se muestran optimistas respecto al futuro. El mayor nivel de confianza registrado desde el último trimestre de 2011. Y según el Indec las ganancias de las 500 empresas más grandes de la Argentina aumentó 10 veces entre 2019 y 2023. O sea que no todo es mérito del su magnificencia Lute Umilei y el Toto. ¡El compañero Tío Alberto también colaboró un montón! Quizás por eso el Toto no dijo nada en la conferencia del acuerdo con el FMI. ¡Porque es un datazo! Y ni siquiera tenés que dibujarlo como el salario real, las jubilaciones o la pobreza.
-Lástima que el efecto derrame está más tapado que las acequias y los caños de agua después de la lluvia-aporta Suipacha.
-Y cuando sale viene lleno de barro, basura y animales muertos-agrega el JipiM.
-Qué ganas de comer un bicho muerto-suspira el Polilla.
-Y bueno. Si lo ves así, esas 500 empresas aportan apenas el 16,8% del valor agregado y el 7,3% de empleo de toda la economía. Eso sin contar la guita que se fugan del país. ¿Qué queres? Hay que esperar a crecer a tasas argentinas como dice su magnificencia. Mientras tanto hacer como el gobierno: endeudarse. Miráte este dato: pa mantener los índices de pobreza, indigencia y mala distribución del ingreso de la Argentina, según la última EPH del INDEC (tercer trimestre de 2024), el 38% de los hogares de Argentina tuvo que gastar lo que tenía ahorrado para llegar a fin de mes. El 15% tuvo que pedir prestado a familiares y el 12% a los bancos. Que por suerte todavía prestan alguito a los pobres. El 10% tuvo que vender pertenencias. No dice nada del tranza de la esquina y Mercado Pago, que ya no sé si es no es banco o que cosa. Pero si lo pensás bien, todavía nos queda un montón de endeudamiento por delante hasta que lleguen las vacas gordas-reconoce el economista jipi.
-¿Y las vacas muertas cuando llegan? Porque el asado hace rato que no veo-pregunta el Polilla.
-Otra buena noticia es que con la baja del precio del petróleo y las medidas de Trump Vaca Muerta ya no sirve para nada. Tampoco las inversiones chinas en GNL. Hasta el litio parece que ya fue. Va a caer el extractivismo. Mirá si vuelven los delfines rosados y los ciervos como en la pandemia. Los ambientalistas contentos- se entusiasma la Chica Mayonesa.
-Io si aparece un ciervo lo hago asado-insiste con el tema el Polilla.
-Y a ver si ahora que no le vendemos GNL a los chinos y los gringos le tiramos una onda a los compañeros bolivianos que andan sin gas y con crisis económica. Encima son los que están vendiendo fruta y verdura barata en el norte-opina Norma.
-Los compañeros campesinos re contentos. Morales, Elsztain, Trump y su magnificencia le venden los recursos, le bajan los sueldos, le sacan el apoyo del Estado, los cagan a palos, los desalojan, le roban el faso, y en medio de ese quilombo, se le meten los bolitas y le copan la feria-disiente la Chica Punky.
-Y….viste como es. A veces las cholitas cruzan con birra pal norte y otras veces cruzan con birra pal sur-aclara Suipacha
-Como las cubiertas en en el sur. A veces cruzan pal oeste, otras pal este. De paso los chilenos compran artesanías en Bariloche o los barilochenses compran ropita en Ozorno. Son las ideas y vueltas de consumo global. A veces compran la Patagonia Benettón, Lewis y los sionistas, a veces los árabes-agrega el Jipi M.
-¿Qué loco? Viste como es. En Palestina se cagan a palos pero en la Patagonia son vecinos-analiza el Chico P, al cual ya no le queda tiempo ni ganas de enterarse del conflicto palestino y otras peripecias de Medio Oriente u Oriente Medio – Como la familia: cuando te vas de vacaciones todos de fiesta. Volvés a casa y es un desastre.
-Y…viste como es…los dueños del mundo son dos o tres. Si no se ponen de acuerdo están en el horno-aclara Suipacha, que relojea la botella de birra a ver cuanto le queda mientras rebusca tabaco en los bolsillos de la campera. Mirando la plaza vacía agrega:
-Me quedé pensando: al final la cuestión está del comercio internacional y la OMC es más curro que el FMI y la votación en la ONU del Estado de Israel.
Vicente mira el reloj del abuelo antes de empeñarlo y dice:
-Y todo alrededor de 75 años atrás. Bastante duró. Y si los chinos no le hubieran encontrado la vuelta todavía estaríamos con esas reglas.
-Hablando de China-dice el chico P-la buena noticia es que 70 mil palos de deuda externa con un organismo en decadencia de un país en decadencia son más bien una cuestión ilusoria. Asume Juancito Grabois le da el ministerio a Álvarez Agis o Guzmán y en un dos por tres hacemos la gran Rodríguez Saa, declaramos el default y le pedimos unos manguitos a los chinos para aguantar un rato mientras recuperamos la economía popular y tranzamos un buen precio con los árabes y los sionistas por la venta de la Patagonia. Relocalizamos a los mapuches y los jipis en el norte, que se junten con los collas y los otros jipis para tumbar a Morales y en un santiamén todo solucionado.
-Aclarales a los jipis ambientalistas de qué Morales estás hablando. Porque con una frontera tan difusa la cosa puede generar confusión-apunta Vicente.
-Y cuando vengan las vacas gordas y aumente la concentración económica seguro que Elsztain o Rocca nos quieren comprar alguna empresita ecológica, de cosmética natural, algún almacén de la economía popular. Y con eso tarasca nos vamos a vivir a Bolivia que la comida es diversa y barata-se ilusiona el Colorado Chantamán.
-Por las dudas el peronismo vuelva a cagarla-aclara mirando con sorna al chico P.
-Igual aguantate que estos libertarios son más buenos pal piquete en las redes que nosotros con el piquete en las calles. ¿Viste como le están poniendo los puntos a Clarín, las prepagas y Unilever? Todo libre mercado. A lo mejor no era tan mala idea.
-La cuestión-aclara Suipacha-es qué hacemos mientras tanto. Si vendemos la garrafa para arreglar el panel solar. O la garrafa y el panel solar para arreglar la moto. O la moto para comprar otro panel solar. O si directamente nos hacemos ermitaños hasta que salir de casa genere más ingresos que gastos.
-No es mala-dice Vicente-porque encima la calle está infumable. Incluyendo el precio del tabaco. Hay una pandemia de salud mental. Ya queda mal decir que uno está pa la mierda, y como el resto también está pa la mierda, terminamos en frases de autoayuda; que te descuidás y son parecidas a las de los compañeros libertarios para sostener la ilusión en este gobierno de mentiras de patas largas; que te descuidás y son parecidas a las de muchas parejas, organizaciones o equipos de fútbol para seguir juntos; que te descuidás y son parecidas a las del peronismo a la hora de entender que carajo vamos a hacer, o ser, cuando inevitablemente volvamos a ser gobierno; que te descuidás y son parecidas a los astrólogos evolutivos…Nunca entendí por qué lo de evolutivos. Básicamente te descuidás y ya no entendés un carajo de nada. Y si hay algo que nos pone del orto a los humanos, y en particular a los argentinos, es precisamente no entender.
-Es que hay que soltar, hay que sentir hermano. Es la era de Acuario. Hay que volver a la Pachamama. Es decir al rancho- le dice, cagándose de risa el Jipi.
-Para sentir hay que sentarse. Soltar todo. Incluyendo la pala. Escuchar el fluir el río. Lo del acuario es más difícil. Pero un estanque de truchas o pejereyes no vendría mal. Y que mejor que esperar la nueva hora tomando mate con mucho yuyo y yerba secada al sol. Amargo. Bien amargo. Porque ya ni pa miel hay. Encima en el chino sacaron a la señora esa tan amable de la caja y pusieron a un grandote que tiene menos onda que entrar a un supermercado para comprar dos boludeces por pura adicción consumista-aclara el Taita Gabi que misteriosamente salió del monte con una botellita de aloja de piquillín.
-Viste-aporta sociológicamente la Señorita Mayonea-que vos vas a las tiendas y compras dos boludeces como algo re importante. Siempre tratando que sea un consumo responsable y de comercio justo. Aunque ahora eso cada vez está más muerto que el Papa Francisco. Y resulta que el que atiende te mira con cara de orto porque precisamente: ¡Estás comprando dos boludeces!
-Yo ya lo de responsable y lo de justo la verdá que me chupa un huevo. Siempre y cuando sea barato. Y regalado hasta un puño, dicen en Colombia. Aunque medio que ya casi nadie te regala nada-asiente Suipacha.
-¿Van a estar mucho más al pedo? Miren que necesito la mesa-dice el Mario medio caliente.
-¿Que la vas a usar para leña?-le pregunta el Jipi mirando el resto de mesas vacías.
-Y espera a que venga junio sin flores ni garrafa y con la motosierra rota-vaticina Suipacha.
-¿Viste Norma? Al final siempre tirás mala onda-aclara la chica punky. Y sugiere: Y si le preguntamos a los chinos si no tienen un lugarcito en el container para volver a China y trabajar en un supermercado. Dicen que allá están solucionando lo de la pobreza, el consumo, hay celulares, mucho arroz y hasta te entregan la comida a domicilio con un dron.
-Entre la globalización y la localización también se produce una tensión. Hace falta prestar atención a lo global para no caer en una mezquindad cotidiana. Al mismo tiempo, no conviene perder de vista lo local que nos hace caminar con los pies sobre la tierra. Las dos cosas unidas impiden caer en alguno de estos dos extremos: 1) que los ciudadanos vivan en un universalismo abstracto y globalizante, miméticos pasajeros del furgón de cola, admirando los fuegos artificiales del mundo que es de otros con la boca abierta y aplausos programados. O: que se conviertan en un museo flolklórico de ermitaños localistas, condenados a repetir siempre lo mismo, incapaces de dejarse interpelar por el diferente y de valorar la belleza que Dios derrama fuera de sus limites-canta con la guitarra Monsel A. Rocola.
-¿Esa es tuya o de los redondos?-pregunta Suipacha.
-Del Papa Francisco-responde.
Estas charlas o relatos transcurren en el Valle de Polonia, es decir, Ningunaparte. Son ficción. Ciencia Ficción Jipi. Cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia. Como diría Marx (Groucho): estos son nuestros principios. Si no le gustan tenemos otros.