No Pasaran – Festival por los derechos en Río Cuarto
Cómo encontrarnos en tiempos difíciles?
Por Santy Rodriguez – Fotos Eze Devia
Cómo hacer para pensar en lo colectivo? si hasta en lo colectivo se agrietan las ideas individualistas.
Lo que el tiempo nos deja es que la amenaza por lo nuestro cada vez es más constante y que dentro de un rejunte es necesario resistir para lo que venga.
El poder encontrarnos facilita la idea que nos alimenta para seguir en pie como un bálsamo para las heridas que la historia nos sigue recordando.
Que nos faltan tantes.
Que la rabia no se agota.
Que pasan y pasan, y pasan y pasan les mismes siempre.
Que no alcanza para nada.
Que la dirigencia no acciona.
Que las acciones son escasas.
Que la ruta está vacía.
Que la panza también.
Pero el tiempo ayuda también a erradicar de que lado van quedando los cuerpos agotados de responder en primera línea.
No por amor, si no que por furia.
No por una moral revolucionaria, si no que por ganas de dar vuelta de una ves por todas tanta bosta.
No por constancia, si no que la constancia es parte de entender que no se puede no hacer nada.
El tiempo ayuda a entender que cuando el plato de comida te faltó alguna ves ya no hay miedo para responder a semejante simbolismo de la violencia política.
Por una canasta de casta de lo peor de la historia de nuestros territorios.
Y que por un grito a la oscuridad de nuestros barrios se escucha con total fortaleza.
No pasaran quienes niegan nuestros cuerpos desobedientes en una amenazante cotidianidad urbana, campesina, afordecendiente, nativa y popular.
No pasaran los que con el odio siguen permaneciendo en el tiempo.
No pasaran aquellos que permanecen en el tiempo en las oficinas que se somatizan en la pobreza.
No pasaran los leones enjaulados por las empresas que destrullen a un territorio en resistencia.
No pasaran los que no buscan los nombres que se hacen derrame en nuestras retinas cuando la bronca es organización.
No pasaran los que se armaron con las ideas de un genocidio como propuesta para sus listas.
No pasaran quienes descansan en la academia contemplando la idea de “o que casualidad que el fascismo avanza”
No pasaran quienes se refugian en lo histórico para bajar las bandera y quedar impunes en el intento.
No pasaran porque cuando la obligatoriedad de exiliarse de la familia, las instituciones, lo partidario y las religiones les dió fuerza para abrirnos las puertas para echarnos a puntapié y se volvió lo cotidiano en nuestros colectivos.
No pasaran ni hoy, ni ayer, ni nunca.