Monte adentro en el solsticio: detenerse y escuchar el invierno
En el día más corto del año, el equipo ambiental Simbiosis invita a un recorrido interpretativo en la reserva Los Quebrachitos, en Sierras Chicas. Recordamos el mensaje de la amta Argentina Paz Quiroga.
Por Soledad Sgarella para La Tinta
Este sábado 21 de junio, el sol se inclinará lo más lejos posible del hemisferio sur y la noche se volverá la más larga del año. En el día más corto del 2025, con los sentidos atentos y los pies pisando el invierno, el equipo de trabajo ambiental Simbiosis invita a “Solsticio en Quebrachitos”.
El Equipo Ambiental Simbiosis está integrado por las guardaparques y biólogas Alba Rodríguez, Tarduchy Masino, Nahir Huespe y María Virginia Sánchez Domínguez, y surge de la necesidad de pensar la educación ambiental desde un lugar “más orgánico y autogestivo”. Sus participantes proponen una interpretación ambiental transversal a todas sus actividades, con un fuerte foco en el contacto directo y cotidiano con el ambiente que habitamos. “La idea es acercarnos a la Reserva para aprender sus ciclos y procesos naturales, y desde ahí poder valorarlo y cuidarlo mejor”, señalan en diálogo con La tinta.
El solsticio marca el momento exacto en que el sol alcanza su punto más bajo en el cielo. En el hemisferio sur, significa el comienzo del invierno: el día más corto y la noche más larga del año. Pero lejos de ser una pausa, para Simbiosis es una invitación a mirar distinto.
“El solsticio llega y el paisaje cambia, las hojas caen, el aire se enfría y los silencios se alargan. Pero el monte nunca duerme del todo, entonces cuando las personas estamos más refugiadas en el calor de nuestros hogares ¿Qué sucede afuera? ¿Cómo vive el monte nativo en esta época? Nos pareció interesante acercarnos al territorio en esta época de frío, opuesta al verano, cuando generalmente las personas están más en contacto con la naturaleza, los ríos y los paisajes. Para poder adentrarnos y aprender cuáles son los ciclos de nuestro bosque nativo”.

El nombre “Los Quebrachitos” indica su gran valor de conservación, y hace honor a los quebrachos, árboles nativos de corteza dura “y con una morfología alucinante”. La actividad comienza a las 10 de la mañana, con punto de encuentro en Capilla Buffo, ya dentro de la reserva. Está pensada para todas las personas que disfruten del aire libre y tengan ganas de aprender en contacto con la naturaleza.
“Vamos a recorrer un pedacito de esta hermosa reserva con paradas interpretativas —detallan—. Abriremos nuestros sentidos en una aventura monte adentro (…) Lo necesario es tener entusiasmo y curiosidad por el ambiente. No hace falta ser experto en nada. Solo querer adentrarse y dejarse sorprender por el invierno”, dicen.
El costo es de $20.000 e incluye seguro de accidentes personales, charla técnica, acompañamiento y un snack nativo —que seguro también guarda historias del territorio.
Mientras la noche se estire en el calendario y el frío vaya cayendo, Simbiosis nos invita a caminar lento. A leer el monte, a interpretar sus señales. A celebrar, también, que todo —incluso el invierno— está vivo.