COLABORACIONESINFORMES

Marihuana: tierra, techo, salud, vestimenta y trabajo

El próximo 12 de octubre se llevará a cabo en San Javier, Traslasierra, el Encuentro de Cáñamo Industrial y Cannabis Medicinal, mostrando diversas propuestas que se vienen encarando en la provincia.

Texto Micaela Petrarca Ilustraciones @fuskavisual

[responsivevoice_button voice=”Spanish Latin American Male” buttontext=”Escuchar”]

Demonizada durante muchas décadas, la planta de marihuana sirve para muchas cosas además de sus usos recreativos, de esparcimiento o búsqueda espiritual. Las opciones van de la confección de ropa a la elaboración de ladrillos de adobe para la construcción. Además de sus propiedad medicinales que permitieron el consenso social para aprobar su legalización en Argentina. De hecho, la organización Mama Cultiva, a través de su experiencia en el tratamiento de enfermedades infantiles con el cannabis, fue una de las principales impulsoras de la ley 27350 (para la investigación médica y científica del uso medicinal, terapéutico y paliativo del dolor de la planta de cannabis y sus derivados), sancionada en marzo de 2017, y la ley 27.669 (marco regulatorio para el desarrollo de la industria del cannabis medicinal y el cañamo industrial) aprobada el año pasado.

A través de la experiencia en municipios como Villa Ciudad Parque o San Lorenzo, Córdoba fue una pionera en este sentido, a pesar de que el gobierno provincial tardó un buen rato en reglamentar la ley nacional. A través de este encuentro, la municipalidad de San Javier, en Traslasierra, pretende sumarse a este movimiento, aprobando una ordenanza que además de los valores productivos y medicinales de la marihuana, tenga en cuenta la ecología y el trabajo cooperativo. El encuentro, organizado junto a la asociación civil Argana (que forma parte de la mesa de los Derechos Humanos de Traslasierra) pretende ser una propuesta que permita el acercamiento y entrecruzamiento entre las distintas experiencias que se fueron desarrollando en el país. Dándole lugar a la palabra, las preguntas y las propuestas. Un encuentro que, además, apuesta a la posibilidad de producción en el territorio.

Mesas para el debate

El encuentro se realizará en el balneario de San Javier desde las 10 de la mañana, y se desarrollarán distintas mesas con diversas propuestas. Habrá una dedicada a la producción de cáñamo, otra a la producción de cannabis, y una destinada a qué camino tomar dentro de los valores del cooperativismo. En distintos momentos se va a proyectar una película de 30 minutos sobre el cannabis medicinal y el dolor.

Están invitades distintas personas del ámbito público y privado que investigan y desarrollan el tema brindando una oportunidad muy interesante de aprendizaje e intercambio de conocimiento. Entre elles, estarán presentes trabajadores de la mesa cannabica del INAES (Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social) y se espera contar con la presencia de Gabriel Giménez (responsable de la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal, ARICCAME).

Para dialogar específicamente sobre cáñamo industrial estará presente, entre otros, el ingeniero ambiental Gustavo Álvarez quien ha comenzado a desarrollar un proyecto con diversas aristas en Traslasierra, como la producción de ladrillos naturales para la construcción junto a la cooperativa local Nuevo Chañar. Para profundizar en la producción de cannabis medicinal, se cuenta con la presencia del agrónomo Benjamín Enrici (presidente de Agrogenética Riojana) quién, junto con el ministerio de producción de La Rioja, ha producido “Federal”, un aceite de cannabis que se entrega en el dispensario de la provincia y en farmacias. También se podrá oír la experiencia de les compañeres de el Colectivo Cannábico Traslasierra y su experiencia en la localidad de San Lorenzo en Pampa de Pocho. O la de Pablo Riveros, jefe comunal de Villa Ciudad Parque, localidad pionera en sancionar una ordenanza en la provincia de Córdoba para desarrollar políticas públicas con la planta de cannabis para la comunidad. Y Juan Pablo Ruiz, asesor legal, quién está acompañando el proceso de la producción medicinal de cannabis para ser utilizada en el dispensario de esta localidad.

Una nueva forma de salud comunitaria

“Es un encuentro informativo sobre la producción de cáñamo industrial y cannabis medicinal. Desde Argana siempre venimos trabajando con temas que tienen que ver con los derechos, dentro de ese marco, creemos que se trata de un derecho a la salud y a participar de una industria que recién se esta lanzando en el país a partir de las leyes que lo permiten”, explica Natalia Martínez, una de las organizadora del encuentro.

La idea surge a partir de una diplomatura sobre cáñamo industrial que pensó hacer Argana en la ciudad de Villa Dolores, junto con la municipalidad de esta ciudad y la Universidad de Rio Cuarto. Ante la observación de la falta de visibilidad que hay respecto al tema, se decidió llevar la inquietud al intendente de San Javier y Yacanto, Martín García, quien ya venía en contacto con Pablo Riveros y varios actores de la comunidad organizada en el territorio (como el Movimiento Campesino de Córdoba, las cooperativas de construcción Nuevo Chañar o de salud comunitaria Kacha Jalpa o la Corriente Nacional Martín Fierro, dentro del Movimiento Verde Cordobés, que lidera Riveros, entre otras organizaciones).

La intención de está actividad es ser parte de una industria que recién comienza. Conocer los marcos legales que permiten producir, comercializar e intercambiar productos cannábicos, participar de manera comunitaria y publica en materia del bienestar del pueblo, en términos de salud, pero también en el desarrollo productivo y económico.

Un horizonte más allá del turismo

“¿Por qué no pensar de algún modo en la planta de cannabis, de cáñamo, para hacer fibra, para hacer alimentos, para hacer aceites?”, se pregunta Natalia Martínez, como una posibilidad de salir del monocultivo del turismo que sucede actualmente en el valle de Traslasierra. “Ya hay algo de historia en el valle, donde hay condiciones inmejorables de suelo, de agua, de clima”, agrega.

Es posible ser pequeños productores en el valle, es posible crear una industria local, es una posibilidad de crecimiento y una oportunidad laboral para les pobladores. Existe un marco legal y científico que lo permite y que demuestra los beneficios del cannabis como medicina. Integrarlo de manera pública es un derecho al acceso a la salud.

Ya desde el año 2017 con la sanción de la Ley 27 350, se abrió un marco legal que permitió la investigación medica y científica del uso de la planta de cannabis y sus derivados. Una norma que comenzó a romper los prejuicios en torno al cannabis (aunque es necesario seguir visibilizando que no se trata de una comunidad que promulga una droga como si fueran narcotraficantes). Luego con la reglamentación de la Ley 27 669 en el 2022, se hizo posible la obtención de licencias con aval estatal para la producción industrial.

Existen en el país y en la provincia de Córdoba particularmente, experiencias que motivan a pensar en un desarrollo económico local y en la obtención de derechos en el territorio de la salud. Una de ellas, que sirve como motor, es la de Villa Ciudad Parque. En el año 2017, ante la falta de una Ley Provincial que reglamentara la Ley Nacional 27 350, la localidad se adhirió a la ley como comuna y creó una política de salud. Fue pionera en sancionar una ordenanza en Córdoba para que la planta de cannabis sea una pieza clave en el desarrollo de la comunidad. El año pasado la comuna obtuvo permiso del Ministerio de Salud de la Nación para producir cannabis medicinal.

Desde entonces, se realizaron campañas de capacticación para los profesionales de la salud, brinando asesoramiento para la inscripción al Reprocann, el registro nacional de personas autorizadas al cultivo con fines medicinales y/o terapéuticos. Y alcanzaron una escala jurídica y productiva de una magnitud provincial.

Crearon el Centro de Atención Primaria de la Salud para que las personas puedan acceder a una terapia cannábica, logrando que profesionales de la salud se integren y trabajen con la planta; y que muchas personas de Villa Ciudad Parque conocieron la medicina cannábica mediante el dispensario de la localidad. Una liberación a la estigamatización.

Experiencias en Traslasierra

Otra experiencia, más cercana al territorio, es la del Colectivo Cannábico Traslasierra, que reside en la localidad de San Lorenzo. Se trata de una asociación civil vinculada a la salud, autorizada por el SISA, inscripta en el Reprocann. En sus inicios tomaron como ejemplo el camino legal de Villa Ciudad Parque y presentaron un proyecto en la Comuna, vinculado principalmente al derecho de acceso a la salud, y lograron la adhesión. “Ahí empezamos un camino para poder trabajar. Preparamos proyectos, realizamos varias actividades y dimos la primera capacitación para médicos de todo el valle de Traslasierra. Actualmente estamos desarrollando proyectos de capacitación de cultivo medicinal y un taller de reducción de daños. También compartimos unas charlas de Cáñamo. Nuestros proyectos son siempre impulsar la industria a nivel nacional y la economía local, dar la posibilidad a los productores locales de desarrollarse en un ámbito mas ameno, mostrando los potenciales que tiene la planta y la posibilidad de trabajo que genera a la población local”, cuenta Cecilia Spano, presidenta de la Asociación.

Al estar inscriptos en el Reprocann, la ONG tienen autorización para vincularse con pacientes y cultivarles su medicina. Trabajan en conjunto con un médico, y también brindan información y asesoramiento para que las personas que lo necesiten puedan obtener su registro y darse de alta como autocultivadores.

Buscan fortalecer la presencia del cannabis medicinal y el cáñamo industrial como una salida laboral en las localidades. Para esto se están juntando y firmando acuerdos con otras organizaciones de Córdoba. Para fin de año, están organizando el segundo Encuentro Cannabico de Traslasierra, para presentar el abanico de posibilidades que tiene la planta de cannabis, desde el activismo, el turismo, hasta el acceso legal, y el potencial industrial de los distintos productos y derivados.

¿Por qué apostar al cáñamo industrial y al cannabis medicinal?

El uso del cáñamo es ancestral, fue una de las primeras plantas cultivadas en la historia para hacer ropa, cuerdas y papel. Hay evidencia que se remonta alrededor de 8000 años a.c. La utilidad más común del cáñamo es la fibra, es duradera, resistente y suave. Pero también se extrae de esta planta sus flores y semillas. Éstas últimas tienen un gran valor nutricional, aportan proteína, calcio y hierro entre otras propiedades. Y se las puede utilizar para hacer aceite, útil para personas con reuma o artritis. La planta de cáñamo industrial es rica en cannabidiol (CBD) por lo que ofrece efectos relajantes y antiinflamatorios. Se puede utilizar también en cosmética natural, para tratar erupciones e irritaciones. Por último, el cultivo de cáñamo ayuda a purificar el suelo contaminado por metales pesados mediante sus raíces. Una vez que alcanzan cierta profundidad, pueden absorber sustancias químicas dañinas.

El cannabis, por su parte, es una gran medicina para enfermedades como la epilepsia, el asma, la artritis, dolores crónicos, estrés, ansiedad, por nombrar solo algunas. Crear políticas de desarrollo que permitan su acceso libre a la sociedad, trae como resultado derechos reales.

“Yo creo que la producción de cannabis medicinal y cáñamo industrial le brinda a la sociedad la posibilidad de generar una economía distinta a las existentes. El valle es muy estacional porque la gente vive del turismo principalmente. No existe una industria o un espacio en el cual pueda resurgir algo distinto. Es una posibilidad de hacer y generar espacios para productores locales que puedan abastecer un mercado local, la demanda y la producción de cannabis medicinal existe. Exige también que cada uno vaya especializándose o adquiriendo más información. Y eso hace que tenga un gran valor agregado en la agricultura. Y permite que la gente pueda estar arraigada al lugar donde nació, desarrollarse localmente, no tener que viajar a las ciudades, y vivir de lo que sabe hacer y le gusta hacer. Creo que eso es un gran impacto para la sociedad local”, manifiesta Cecilia Spano, quién también es contadora.

El prohibicionismo ataca

Si bien ya existe una legitimidad política y científica, existe aún desconocimiento (queremos creer que de esto se trata) respecto al tema. En contraposición a estas propuestas de expansión y desarrollo, en Villa Las Rosas, se prohibió la radicación de Grow Shops (locales que brindan asesoramiento y productos para el cultivo de cannabis) a partir de una ordenanza insólita y sin fundamentos que sancionó el Concejo Deliberante de la localidad el pasado 26 de julio.

La medida es una regresión de derechos. Prohíbe desde semillas hasta fertilizantes, medidores de PH, equipos de ventilación y herramientas útiles para el cultivo, lo que puede generar un retroceso para la industria. Los Grow Shops brindan además asesoramiento para el autocultivo. De esta manera impiden el derecho a la información y obligan al desplazamiento de ciudadanos que están registrados en el REPROCANN y necesiten un tratamiento terapéutico.

“Me parece que el mensaje que hay detrás de eso es un mensaje de prohibicionismo y de meter miedo. De cómo acechar llevando una conducta anticonstitucional, que va en contra de las normativas vigentes. Como la Ley Provincial 10.756, que es la adhesión a la Ley Nacional 27.350, que establece los principios para acceder a la salud de los cordobeses, la capacidad para poder cultivar, poseer y transportar derivados del cannabis. Además, bloquean el derecho al trabajo de las personas que son comerciantes, que tienen sus emprendimientos, que tienen sus pequeños negocios para ofrecer todo lo que necesitas para armar tu cultivo, cuidar tus plantas, armar tu propia medicina. Creemos que es muy errado lo que están haciendo y lo repudiamos totalmente”, comenta Spano.

La ordenanza fue también repudiada por la Asociación Civil de Grow Shops y Cannabicultores, y ya hay abogades trabajando en el asunto.

Es un llamado a seguir defendiendo de manera colectiva los derechos que se han ganado como sociedad. Y en este sentido, el Encuentro de Cáñamo Industrial y Cannabis Medicinal, que está próximo a desarrollarse en el territorio, es una invitación a la información y al aprendizaje. “Están invitados varios y varias intendentes del valle de Traslasierra y creo que es fundamental encararlo de forma pública, privada y que los municipios puedan ser eslabones de una cadena muy interesante de producción que se viene. Esperemos contar con los asesores letrados de las municipalidades, así nos podemos informar, que es tan importante. Es como el primer paso para saber que decisiones tomar con respecto a cualquier tema, en cualquier municipio, comuna”, explica Martínez.