La grieta entre los humedales y las gomas
La victoria del sindicato de neumáticos se contrapone con los frustrados intentos por aprobar la Ley de Humedales. Dos luchas con distancias y distintos resultados, pero con algunos intereses en común.
Por Lea Ross
¿Por qué el sindicato de neumáticos logró ganar su convulsionada pulseada contra la patronal y no está ocurriendo así con la aprobación de la Ley de Humedales? Incluso, en aquella lucha obrera, los trabajadores tuvieron toda una campaña en su contra, forjado desde entidades empresariales y coberturas mediáticas, luego de más de 30 audiencias de conciliación no concretadas. Mientras, la expectativa de que se aprobara la normativa para preservar los mencionados ecosistemas, que lleva una década sin aprobarse, se mantenía en alza, a partir del padecimiento de vecinxs de Rosario, la segunda ciudad más importante del país, con el humo de los incendios forestales. Aún así, ni eso.
Ya sé: no es comparable una paritaria con una disputa en el Congreso. Pero por lo menos desde lo lúdico, sirve para pensarlo.
He aquí, unas posibles respuestas para puntear la existencia de esta grieta:
- Los límites de la transversalidad, que caracterizan a las luchas ambientales en nuestro país, se expone cuando hace un lustro que los salarios vienen perdiendo frente a la inflación, incluso si las remuneraciones son por contrato en blanco. Sumado a una crisis de representatividad que padece los sindicatos tradicionales y las centrales que lo nuclean, todo lleva a que se genere mayor empatía de clase cuando se expone una resistencia fuerte y sin esperar la respuesta de quien lo represente;
- La diversidad geografía impide que la palabra “humedales” sea un concepto significativo de lucha. Lo será en algunas regiones o provincias, pero no en otras donde hay mayor identificación con otras, como “monte”, “sierras” o “bosque nativo”. Por eso Córdoba nunca tuvo movilizaciones significativas al respecto.
- Los cambios generacionales, a veces, no logran retomar todo el capital político que se acumula en las luchas, debido a la predisposición de la posmodernidad de borrar experiencias pasadas. Esto lleva a que, incluso, la figura de asamblea ciudadana, que centralizaba las luchas ambientales por dos décadas, termina siendo empujada a un costado por otras formas de organización, sean estudiantiles, influencers, medioactivistas, ONG’s, etc. Esa diversidad no siempre logra una unidad equilibrada. Sí se acelera el equilibrio cuando hay empatía de clase.
Dialoguemos
Entrevistado en un canal de Buenos Aires, el intendente de la ciudad de Córdoba, y más que probable próximo gobernador de la provincia, dijo que las discusiones caldeadas que se viven sobre la coyuntura política, entiéndase grieta, “nos lleva a un odio tremendo, que impide acuerdos nacionales fundamentales para poder avanzar. Las crisis que estamos padeciendo son las crisis de las diferencias del odio”. Martín Llaryora lo ejemplificó con “los dos fracasos” que tuvo el país, que son las gestiones del actual Frente de Todxs y del pasante Juntos por el Cambio: “Lo que necesitamos para construir son acuerdos nacionales. Y para eso, necesitás personas que sean más proclives al diálogo”.
Lo que ocurrió en el Congreso, al suspender nuevamente la discusión sobre los humedales, funciona como un contraejemplo a lo que menciona Llaryora, porque se exponen las “grietas” a la hora de criticar los “odios” como algo abstracto. De los siete diputades que presentaron el pedido para posponer la discusión, aparecen dos cordobeses del radicalismo que trabajan en distintos sectores: Mario Negri y Rodrigo de Loredo, éste último también con el afán de ser candidato a gobernador. En la reunión en comisión, justo se expresaron en contra del proyecto la Mesa de Enlace (que congrega a los productores agropecuarios nucleados en CRA, FAA, Coninagro y Sociedad Rural) y la Cámara de Minería.
Mientras ocurría eso, en otro ámbito legislativo pero más local, la Legislatura de la provincia de Córdoba aprobó una catarata de declaraciones, que solo se leyeron sus números de expediente. La que tenía el 36.131 hacía referencia a la Ley de Humedales, donde se declaraba la “preocupación” por la misma porque “atenta” contra la productividad. Casualmente, fueron las mismas palabras volcadas en el primer párrafo del comunicado en rechazo al mismo proyecto escrito por el mencionado lobby agrícola.
La autora del texto legislativo fue la edil Nadia Fernández, presidenta de la Comisión de Ambiente, recordada por oponerse a la Ley de Envases, para que las empresas tributen por cada desecho que generen y cuyo fondo se destine a emprendimientos de reciclaje. Fernández ha sido muy insistente en meter a algunos de sus pares en combis para recorrer las inversiones que realiza Porta Hnos., cuya fábrica es denunciada por contaminar el aire de los barrios aledaños, y que está siendo estudiado en la Corte Suprema de la Justicia. También, ella aseveró que en Córdoba existe “un grupo ecologista foquista, extremo y anti-Estado que intenta bloquear todas aquellas iniciativas que son políticos pública y buscan el bienestar general de la sociedad”.
Sacachispas
Los incendios son los principales catalizadores para revisiones parlamentarias sobre la situaciones de los ambientes ecológicos.
El mapa de la izquierda es una estimación de la superficie potencial ocupada por humedales, en base a trabajos realizados por el INTA y fue presentado en 2008. Mientras que el de la derecha, habla de la ocupación actual en referencia al año 2017, en base a un trabajo conjunto con el INTA, el Instituto Geográfico Nacional y el Instituto Nacional del Agua. Ambas imágenes fueron extraídas en el extenso informe titulado Regiones de humedales de la Argentina, que lo pueden leer en el siguiente link.
Sea uno u otro, nótese que en la provincia de Córdoba, por ejemplo, hay una notable concentración al norte de la laguna Mar Chiquita. Allí se encuentra la ecorregión de Bañados de Río Dulce, en donde ocurrieron la tercera parte de todos los focos de incendio que ocurrieron en las últimas dos décadas. Todo ese fuego quemó el 72% de su superficie, incluso en lugares donde se incendiaron hasta once veces. Como principal hipótesis, se sostiene que las quemas de esa región son intencionales para promover el rebrote de pastos y también para controlar vegetaciones leñosas. Es decir, por intereses ganaderos. Así lo menciona el estudio titulado Determinación de regímenes de incendios y sequías usando información satelital y meteorológica para Córdoba, Argentina, elaborado por Sofía Sánchez, Mariano Grilli, Marcos Karlin, Romina Fachinetti y Andrés Ravelo. También se puede ver completo aquí.
Al percatarse de las críticas recibidas, Fernández hizo recordar que el gobierno provincial fue quien propuso la declaración del Parque Nacional Ansenuza por esos mismos pagos. Lo bueno de Twitter es que podés encontrarte con replicas sacachispas.
Del caucho a la soja
Argentina solo tiene tres empresas que fabrican neumáticos. FATE es la única local de las tres y pertenece al holding de Aluar, cuyos dueños fueron expuestos, en más de una ocasión, de tener offshore ocultos en guaridas fiscales. La segunda, Bridgstone, es japonesa con sede en Kurume. Y la tercera, Pirelli, a pesar de que sus oficinas están en Milán, también son propiedad de una firma asiática, cuyos dueños son de Pekín. Y eso es porque a partir del año 2015, Pirelli fue vendida a la firma corporativa ChemChina, la empresa estatal dedicada a producciones químicas y una de las mayores potencias en tema de agronegocios. De hecho, su sigla significa China National Chemical Corporation.
Un lustro después, ChemChina compró al grupo Syngenta, convirtiéndose desde el año 2020 en la mayor productora de agroquímicos del mundo.
Syngenta Agro SA fue la empresa que más poroto de soja puso en venta en lo que fue la cosecha de 2021-2022, según publicó la Bolsa de Comercio de Rosario. Su CEO local y panelista televisivo por encargo, Antonio Aracre, se sintió chocho con el podio, al considerarlo como un acto patriótico.
No hubo tanta patria cuando el portal Bichos de campo reveló que hubo solamente 52 empresas que sacaron provecho del “dólar-soja” de Massa para canjear las divisas a 200 pesos. Es decir, las que se guardaron lo cosechado para no liberar los dólares esperando a que se devalúe la moneda local. Entre ellos, aparece Syngenta, la de Antonio Aracre.
Esos dólares que al Estado le costó 200 pesos y que los vende a 140 pesos para los importadores, tiene una diferencia de 60 pesos, que se cubren con emisión monetaria del Tesoro Nacional. Es decir, que lo pagamos la población en general desde nuestros bolsillos. Y aún siendo que gran parte de los mismos son empresas trasnacionales con mayor capacidad de adquirir dólares de afuera. E incluso haciendo lobby para el agro o para las cubiertas de los camiones.
ChemChina, dueña de Syngenta y Pirelli. Una para acá, y otra para allá.
Lobo está
Esos mismos empresarios, que tenían guardado los porotos que les compraron a los productores y esperaron suculentos a que se le ofreciera un dólar que devalúe la moneda local, son los mismos caballeros que estuvieron presentes el viernes pasado en la conferencia de prensa de Sergio Massa. Helos aquí:
El tigrense, que no sabía en qué momento arrancar con su alocución debido a la extensión de nombres masculinos, consideró como un éxito el plan del “dólar soja” y reconoció que esa diferencia de 60 pesos fue prácticamente lo mismo que no pagar las retenciones. Cuatro horas después, el echado director del Banco Nación, Claudio Lozano, consideró que ese acto fue una felicitación a la “extorsión” y que se “felicitó a los extorsionadores”.
Consultado por la prensa sobre si la emisión monetaria que implica beneficiar a los sojeros no empujaría a mayores problemas de inflación, Massa respondió que “el día jueves (próximo), el Banco Central va a tomar medidas a los efectos que los niveles de reconocimiento de precio tengan el menor impacto posible y la mayor cantidad de medidas de esterilización para que no tengamos impacto monetario”. No especificó ninguna medida concreta. Y de acá hasta el jueves, hay toda una grieta.
¿Consenso?
Y para ir cerrando, nos quedamos con estas breves palabras de Pedro Peretti, productor agropecuario, en una entrevista realizada hace poco por Canal Abierto. Si bien se hace referencia a cómo dialogar, específicamente, con los grandes dueños de las tierras, nucleados en el mismo lobby que boicotea la Ley de Humedales y que también apoyaron a la patronal de los neumáticos, la respuesta del ex-dirigente de Federación Agraria es clave ante la coyuntura actual. Que denunciar los discursos de odio no nos hagan confundir el instrumento con fin. Porque como dice el entrevistado: ¿Dónde dice que hay que tener consenso?