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El año en que la esperanza se ahogó en un vaso de lawfare

Repasamos algunos reportajes en los que desde La Luna con Gatillo intentamos reflejar la realidad de las pueblas de la Patria Grande.

El año en la Patria Grande o Abya Yala comenzó con tensiones geopolíticas que persisten e iban desde las secuelas de la pandemia a la guerra en Ucrania, mostrando una nueva escalada en la concentración de la riqueza y una alta inflación, en medio de la disputa de las grandes potencias por los recursos naturales y el alimento.

En enero en Tegucigalpa, Honduras, a trece años del golpe de estado que destituyó a su marido Mel Zelaya, asume Xiomara Castro, la primera mujer presidenta del país. Zelaya pasa a ser el primer hombre en ejercer el cargo de “primer caballero”.

Menos de quince días después, en una escandalosa sesion en el Congreso Nacional, su coalición se rompe y designan un opositor al frente del poder legislativo. La vicepresidente de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner dicta en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras la conferencia “Los pueblos siempre vuelven”, revisando la historia de América Latina en torno al poder popular y denunciado en el continente, además del lawfare, la crisis ecológica ligada al consumo y las empresas multinacionales y el avance del narcotráfico en los barrios. En febrero, el presidente campesino y popular de Perú, Pedro Castillo designa su cuarto gabinete ministerial en solo 6 meses.

A los incendios de 5ta generación y el avance de la deforestación en el Amazonas y otros lares, se sumo una impresionante ola de calor en el cono sur (consecuencia de lo anterior). Las olas del tsunami provocado por la erupción del volcán submarino Hunga Tonga llegan a las costas Ecuador, Perú y Chile. En Ventanilla, Perú; se registra el mayor desastre ecológico de su historia: un derrame de petróleo responsabilidad de la empresa española Repsol. Al menos 24 personas mueren en Quito, Ecuador,  producto de un aluvión provocado por fuertes lluvias.

En nuestro arranque de año, desde La Luna con Gatillo invitamos al compañero militante y comunicador Pablo Solana a desarrollar la relación entre gobiernos progresistas y movimientos populares.

NOTA: Movimientos sociales y gobiernos populares en América Latina: tensiones y nuevas posibilidades

Desde Colombia, el cumpa Pablo Solana nos relata las particularidades del proceso político, encabezado por los movimientos sociales, que hoy se vive en ese país, dentro del contexto de los ciclos progresistas y sus tensiones con estos mismos movimientos.

En Junio, en medio de una elección marcada por la violencia, nos comunicamos con Pablo Solana para que nos describa los sentipensares del pueblo colombiano tras la primera vuelta electorar que marcaba la posibilidad de un gobierno de izquierda por primera vez en más de un siglo (con cinco candidatos populares asesinados). NOTA: Elecciones en Colombia: Más cautela que celebración en los movimientos populares

En Julio visitó Argentina el ex presidente boliviano Evo Morales y dejó un mensaje al gobierno argentino: la movilización popular es vital para la implementación de reformas económicas. NOTA: Mensaje de Evo Morales al gobierno argentino

En su reciente visita al país, el ex presidente de Bolivia recalcó la importancia de la nacionalización del manejo de los recursos naturales como causa del milagro económico que vive el país en un contexto latinoamericano de alta
nflación, dolarización y otros menesteres. También la clave de la movilización popular a la hora de implementar estas reformas

Por Tomás Astelarra Ilustración: Nico Mezca

Haz lo que digo, pero no lo que hago. Algunas semanas después, el sociólogo boliviano Jorge Viaña se comunicaba con nosotres para generar un pensamiento crítico de la cultura progresista en los gobiernos de América Latina. NOTA: Los movimientos sociales de América Latina

El año terminó con la alegría de un triunfo de Lula en Brasil, que a solo una semana se aguaría con un intento de golpe de estado. Con Cristina proscripta, Castillo en la cárcel, los gobiernos de Fernández, Amlo o Boric con intenso gusto a fracaso y el ex vicepresidente de Bolivia Alvaro García Linera ganando el premio al intellectual de la Patria Grande más citado en 2022 al decir que la segunda ola de gobierno progresistas solo ha sabido “administrar” estados neoliberales, Tomás Astelarra cierra el año con dos reflexiones acerca de los desafíos de los movimientos populares y los gobiernos progresistas a la hora de generar otro mundo posible en esta Patria Grande. NOTA: Los límites de la gobernabilidad progresista

Fue Marx quien parafraseando a Hegel afirmó que la historia se repite dos veces, primero como tragedia, después como farsa. La segunda ola de gobiernos progresistas que hace un par de años comenzaron a vislumbrarse como esperanza para la Patria Grande hoy parecen tener una importante dosis de ambas situaciones, tragedia y farsa. Tomás Astelarra recorre algunas voces críticas para ver como salimos de este menjunje.

Por Tomás Astelarra – Ilustración @fuska.visual

NOTA: Lawfare y criminalización del poder popular

La crisis de los gobiernos dizque populares o progresistas tiene que ver con una doble presión, desde arriba de los dueños del poder real y sus estructuras de dominación, y desde abajo por un poder popular que más allá de las protestas, tiene propuestas que estos gobiernos no terminan de entender o acompañar. NOTA: Lawfare y criminalización del poder popular, por Tomás Astelarra e Ilustración de @fuska.visual.